Por ello, 1.500 de los empleos afectados pertenecen al área de producción y 700 a la de servicios.
El objetivo declarado por Novartis en un comunicado es el de "aumentar su eficacia operacional" a través de esta supresión de puestos.
Según esa información, la medida implicará a los centros de producción de Basilea, Schweizerhalle, Stein y Locarno, aunque la compañía indicó que existe un potencial para la creación de 450 nuevos empleos en Stein porque allí se construirá un centro de producción de terapias celulares y génicas.
Por el lado de los servicios, Novartis pretende reubicar parte de sus capacidades en sus cinco centros de servicios mundiales en Irlanda, India, Malasia, México y República Checa.
El consejero delegado de la multinacional, Vas Narasimhan, dijo que los directivos "somos conscientes del impacto del anuncio de hoy sobre los colaboradores potencialmente afectados y sus familias", e invitó a los representantes del personal a entablar consultas.
Pese a la drástica medida, aseguró que Novartis mantendrá en Suiza su sede mundial, así como su principal centro de investigación y desarrollo, y los medios de fabricación más avanzados.
En todas esas áreas, la firma emplea a 13.000 personas en Suiza, donde además ha asumido el compromiso de invertir más de 3.000 millones de dólares al año, concretamente en el área en investigación y desarrollo.
En reacción al anuncio, el sindicato Unia reclamó a Novartis que "cese de inmediato" su estrategia de "desmantelamiento" de centros de producción en Suiza, y que se preocupe por garantizar los empleos de sus colaboradores antes que por la rentabilidad que obtienen sus accionistas. EFECOM
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