El 95% de los vehículos combinarán motores de combustión con algún tipo de electrificación y el 5% serán automóviles eléctricos puros.
Mazda se ha comprometido a reducir el promedio global de sus emisiones de CO2 en un 50% en 2030 respecto a 2010, porcentaje que espera elevar al 90% en 2050.
Para lograr sus objetivos, el fabricante japonés desarrollará inicialmente dos vehículos eléctricos con batería, uno de ellos se propulsará únicamente con la batería y el otro dispondrá además de un motor de combustión, que podrá utilizar también gas licuado del petróleo (GLP).
Esta estrategia en el ámbito del vehículo eléctrico se basa en la visión a largo plazo de Mazda "Zoom-Zoom sostenible 2030".