En concreto, la facturación de la compañía propietaria de marcas como Pepsi, Gatorade, Tropicana, Lays o Quaker repuntó un 1,5%, hasta los 16.485 millones de dólares (14.303 millones de euros).
Por otro lado, los costes generales y administrativos avanzaron a un mayor ritmo (+3%), hasta totalizar 6.114 millones de dólares (5.305 millones de euros) entre junio y septiembre de este año.
Dado que los gastos se incrementaron más que los ingresos durante el tercer trimestre, el aumento del beneficio neto se correspondió con el impacto de la reforma fiscal impulsada por el Ejecutivo de Donald Trump. Así, mientras que en el tercer trimestre de 2017 PepsiCo pagó 620 millones de dólares (537 millones de euros), en el mismo periodo de este año los impuestos a pagar se redujeron un 70%, hasta los 188 millones de dólares (188 millones de euros).
Por mercados, la facturación de PepsiCo en Europa y África subsahariana totalizó 3.161 millones de dólares (2.743 millones de euros), un 2% más, mientras que las ventas en Asia, Oriente Próximo y el norte de África se situaron en 1.542 millones de dólares (1.338 millones de euros), un 2% menos. En Latinoamérica, la facturación se mantuvo estable en 1.868 millones de dólares (1.621 millones de euros), mientras que en Norteamérica se incrementó un 2%, hasta 9.914 millones de dólares (8.603 millones de euros).
"Hemos vuelto a ver un rendimiento muy sólido de nuestras divisiones internacionales, especialmente en los mercados emergentes y en desarrollo", ha señalado la presidenta y consejera delegada de PepsiCo, Indra Nooyi.
"Debido a la mejora en los resultados acumulados, hemos revisado al alza nuestro objetivo de crecimiento de la facturación para 2018", ha añadido Nooyi. La firma ahora estima que sus ventas se incrementarán un 3% con respecto a 2017, desde el 2,3% previsto anteriormente.