Nuevo paso en la configuración de la nueva Abertis. ACS y Atlantia han constituido las dos sociedades instrumentales a través de las que gestionarán de forma conjunta la compañía. La empresa española, presidida por Florentino Pérez, y la italiana, dirigida por Giovanni Castellucci, han inscrito ambas empresas en el Registro Mercantil.
ACS y Atlantia superan de esta manera una nueva etapa en la toma de control de la gestora de autopistas. Un proceso que, desde fuentes del sector señalan a EL ESPAÑOL, culminará a lo largo de este mes.
El siguiente paso será la firma de la financiación de la operación, con un crédito sindicado de 10.000 millones de euros que será otorgado por una treintena de bancos.
ACS y Atlantia han tenido finalmente que constituir dos firmas instrumentales. Una de ellas canalizará sus participaciones en Abertis y la otra la de los socios minoritarios que aún tiene esta compañía, aquellos que no acudieron a la OPA ni a la posterior orden permanente de compraventa de acciones.
Inyección de 7.000 millones
Los tres socios capitalizarán esta firma con una inyección de un total de 7.000 millones de euros, monto al que contribuirán en función de sus participaciones. Posteriormente, la firma conjunta firmará con el mencionado sindicato de treinta bancos un préstamo de 10.000 millones de euros.
Con la suma de los dos importes, las sociedades instrumentales adquirirán Abertis a Hochtief, filial de ACS que fue la encargada de hacerse con el grupo concesional a través de una OPA valorada en 18.181. Así se estableció en el acuerdo que la constructora española y la compañía italiana alcanzaron en marzo para dejar de lado su 'guerra' de OPAs por la empresa y pasar a tomarla juntas.
1.000 millones de bancos españoles
En cuanto al préstamo, cuenta con participación de cuatro entidades españolas, Santander, BBVA, Bankia y CaixaBank, que contribuirán con un importe total de 1.095 millones de euros.
El préstamo se estructurará en tres tramos, dos de los cuales se prevén amortizar con la venta de activos de Abertis que no se consideran estratégicos (Cellnex e Hispasat) y otro con emisiones de bonos.
El objetivo de esta operación es crear un gigante mundial que cuadre el ciclo completo de su actividad de los nuevos dueños de Abertis: Desde la construcción de las infraestructuras hasta su posterior gestión.
Se trata de una alianza a largo plazo con compromiso de permanencia durante una década. Aunque se abre la puerta para que, a partir del quinto, puedan comenzar operaciones de venta por parte de cualquiera de las partes. Además, a partir del octavo año cabe la posibilidad de que vuelva al mercado de la empresa.
El nuevo grupo pretende competir por una cartera de proyectos valorados en unos 200.000 millones de euros en mercados que consideran estratégicos, como Estados Unidos, Australia y Europa.