Si el descalabro no frena, Dia podría tener los días contados en el Ibex 35. Siete años después de su meteórico ascenso hasta el selectivo español, la cadena de supermercados se podría quedar fuera del índice en su próxima revisión, prevista para diciembre. Los expertos que más de cerca siguen el valor coinciden: solo un golpe de timón de sus directivos evitará la expulsión. Este miércoles, suma otro 15% a su hundimiento. Un 55% en la semana, un 57% en el mes y un 80% en lo que va de año.

La permanencia de Dia en el Ibex 35 no está en riesgo por lo abultado de su descalabro en sí mismo, ya que la tendencia de un valor no es criterio de inclusión ni exclusión del índice. Se debe a que el impacto en su valor bursátil es ya tan elevado que la compañía coquetea con el incumplimiento del umbral mínimo del 0,3% de capitalización sobre el agregado del indicador.

Actualmente, la suma de las cotizadas del Ibex ronda los 560.000 millones de euros, con lo que el mínimo -no estricto- para la renovación está en torno a los 1.700 millones. Con las últimas caídas, que han llegado a arrebatar el euro por acción a la gráfica de Dia, su capitalización en el parqué apenas logra aguantar los 620 millones. La remontada necesaria para revalidar su puesto por derecho propio habría de ser de más del 170%. En cualquier caso, si el índice sigue evolucionando a la baja, la cota se reduciría, pero los analistas discrepan de la idea de que la minorista pudiese remontar a contracorriente, al menos en el corto-medio plazo.

El analista Roberto Moro es uno de los que señala que ¿mientras que no se explique bien el impacto en cuentas de Argentina y Brasil¿ y se den motivos claros para sus recientes cambios de cúpula, el valor seguirá sin encontrar argumentos para subir. Es más, considera que hasta los 1,85 euros por acción es ¿imposible¿ hablar de un giro alcista con consistencia para el valor. Mientras tanto, el cierre de cortos para asegurar ganancias, algo que ¿siempre es bueno¿, irá provocando rebotes aislados entre castigo y castigo, señala. La cota hacia la que apunta está más de un 60% por encima de sus últimos precios.

¿Seguimos pendientes de nuevos mensajes por parte de la compañía, que nos permitan comprender las causas de esta rebaja, así como una aproximación del impacto contable de Argentina¿. La idea de la espera de explicaciones se repite en el análisis de Ana Gómez Fernández, la analista de Renta 4 que sigue la evolución de la depreciada compañía. Con la esperanza de que los cambios anunciados para la dirección financiera del grupo tenga ¿implicaciones en su estrategia¿, apunta que¿la presentación del plan estratégico cobra más relevancia¿ en un clima de visibilidad y confianza inversora ¿cada vez más deterioradas¿. La experta recuerda, con recomendación de infraponderar y tijeretazo al precio objetivo hasta 1,19 euros, que la hoja de ruta de la compañía tendría que ver la luz antes de invierno, pero todavía no se ha señalado ninguna fecha concreta.

PALOS AL AIRE Y FUNDAMENTALES DE CAPA CAÍDA

Para Juan Enrique Cadiñanos, director de Admiral Markets en España, la dirección de la cadena de supermercados ¿no ha hecho más que dar bandazos y palos al aire¿, sin definir una pauta de trabajo clara. En su opinión, esto ha puesto más que nerviosos a los inversores, especialmente a los institucionales, que han liderado la retirada de posiciones sobre el valor.

Con un beneficio por acción, un Ebitda y una ratio PER¿malos frente a sus comparables¿, el experto no ve camino de vuelta para el valor hasta la superación de la resistencia que marcan los 1,86 euros por título. Por abajo, a vigilar los 0,80 euros, cuya perforación supondrían la entrada del valor en caída libre y sin freno.

El director de análisis de Link Securities, Juan José Fernández-Figares, ahonda en esta misma idea al afirmar que ¿los nuevos gestores deberán dar a conocer el nuevo plan de negocio y explicar a fondo todo lo ocurrido con la compañía en los últimos dos años¿, más allá de razonamientos someros sobre la competencia de precios en España y la debilidad de las divisas de Argentina y Brasil. A la espera de un golpe de efecto, la compañía ¿no parece haber tomado las decisiones estratégicas adecuadas para contrarrestar estos dos factores¿, apunta el experto.

La mesa de análisis de Banco Sabadell también señala sin titubeos al consejo de administración de Dia. Además de haberse apresurado a poner recomendación y precio objetivo en revisión a colación de su reciente `profit warning¿, conminan: ¿Ahora más que nunca será necesario un mensaje contundente de la compañía para que el mercado vuelva a dar credibilidad al valor¿. Sin embargo, ya avisan de que, en su lugar, lo que esperan es que el ansiado plan estratégico de la distribuidora minorista ¿podría retrasarse¿. Sin dividendo a la vista, la única palanca para el rebote que contemplan es la ¿no descartable¿ opa del grupo ruso LetterOne con la que el mercado lleva especulando meses.

ALGO QUE COTIZA AL ALZA: LA OPA DE LETTERONE

Las esperanzas de los analistas de Bankinter, que recientemente mejoraron consejo sobre Dia desde neutral hasta comprar, están puestas en Stephan DuCharme, nuevo consejero de la firma en representación de LetterOne. De él señalan que es ¿experto en controlar costes¿, pero reconocen que ¿es esencial un cambio de rumbo en la gestión para un modelo de negocio que no ha resultado exitoso¿. En cualquier caso, los antes escépticos a que el grupo ruso controlado por Mikhail Fridman pudiera llegar a lanzar una opa por la española consideran ahora que ¿la probabilidad es más elevada¿.

La reacción que pueda mostrar LetterOne ante los últimos acontecimientos, ahora que cuenta con asiento en el consejo de la cotizada española, es clave para Pablo García, director de análisis de Alphavalue. Con una acción que ¿entra en barrena en sus mínimos históricos¿ quizá sería más factible un paso al frente del grupo ruso, que podría llegar a plantear una atractiva prima a cambio de un desembolso muy inferior al que habría tenido que asumir hace solo unos meses. El obstáculo llega por la ley que rige estas operaciones, y fuerza al oferente de una opa a igualar el precio máximo pagado en los últimos 12 meses por acciones de la compañía a adquirir. En este caso, se rondarían los 4 euros por acción.

Este es el mejor de los escenarios que Sergio Ávila, analista de IG, se plantea para un valor tan debilitado que considera ¿complicado que remonte¿. ¿La confianza de los inversores se ha esfumado, y la posible solución para mantener la empresa viva pasaría por una opa de LetterOne para ganar estabilidad y tratar de hacer un cambio total en la estrategia de la empresa¿.

Mientras tanto, una deuda tres veces mayor que sus fondos propios y ocho veces superior a sus beneficios netos no auguran ningún aplauso del mercado. Las proyecciones técnicas de Ávila apuntan a los 0,8268 euros como cota clave para que el hundimiento no pase a mayores. Si esta marca se pierde, no habría entonces freno hasta los 0,5452 euros por acción. En estos umbrales, la expulsión del índice y la confirmación de Dia como `penny stock¿ y nuevo chicharro de la bolsa para una larga temporada estarían más que asegurados.

La posibilidad de la opa es el clavo ardiendo al que los analistas `pillados¿ en la debacle de Dia deben encomendarse también según Jorge Lage, analista de CM Capital Markets. El experto apunta que ¿el fuerte deterioro de sus acciones¿ podría despertar el apetito de ¿alguna compañía exterior que quiera entrar en el mercado español¿. A los que están al margen de la compañía, avisa: ¿No es apta para la toma de posiciones por parte de un inversor minorista, ya que el riesgo de que las ventas prosigan en las próximas semanas sigue siendo muy alto¿. En el mejor de los casos, bandazos de precio al más puro estilo chicharrero. Y en lo que va de año lleva pérdidas acumuladas muy próximas al 80% de su valoración.

Mientras alguien en la cúpula de Dia da un paso al frente para recuperar el beneplácito del mercado, o al menos intentarlo, los que sí ganan apostando por el valor son los cortos. Los analistas coinciden en que sus recientes retrocesos no se deben más que al cierre para asegurar ganancias y no a un cambio de visión sobre la compañía por parte de los especuladores bajistas. Si hace un mes un 20,8% de la minorista estaba en manos de estos inversores, el último recuento de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) rebaja el volumen al 17,6%.

LOS ANALISTAS 'LARGOS' DAN ARGUMENTOS A LOS INVERSORES CORTOS

No obstante, el último recuento quincenal de la CNMV revelaba que hasta cinco fondos seguían superando el 1% de acciones de Dia tomado contra su evolución en la bolsa. Al frente de ellos, Darsana Capital, que con un 1,92%, que a contracorriente del mercado ha reforzado sus cortos contra la cadena minorista. Muy cerca, AQR Capital tiene un 1,88%. Un 1,7% acumula AHL Partners. Capital Fund tiene un 1,35% y Old Mutual cierra la lista con un 1,08% en posición bajista.

El panorama solo tres días después es muy diferente, nuevos nombres han aparecido en la lista y otros, como el de Darsana, han desaparecido, lo que implica al menos una posición bajista inferior al 0,2% del capital de Dia. Ahora, AQR Capital lleva la voz cantante con un 1,94% de participación. Después, Capital Fund (1,25%) y Citadel Europe (1,22%). En total son diez fondos los que superan el 0,5% de inversión corta que obliga a revelar nombre y cartera al conjunto del mercado.

Los analistas que más de cerca siguen el valor les dan la razón. El precio objetivo de consenso recogido por Thomson Reuters ha caído hasta los 3,08 euros por acción desde los 3,56 euros que marcaba a comienzos del verano el pasado julio. Y el recorte no ha hecho más que empezar a juzgar por la avalancha de firmas que han anunciado revisión tras el `profit warning¿, la suspensión del dividendo y la remodelación de la cúpula directiva.

Dia sigue paseando al filo de despeñarse del Ibex mientras muchos minoristas se encomiendan a una lluvia de millones del magnate ruso Fridman para resarcirse de sus abultadas pérdidas. Cuando debutó en bolsa y se comenzó a pensar en su inclusión en el índice, la compañía luchaba por conquistar los 4 euros por acción, la misma cota a la que aspiraba acceder hace solo seis meses. Ahora, la pérdida del euro por acción se antoja el escenario más probable para los expertos si no se presenta ya un plan estratégico que lo evite.