Según informa la compañía, las horas de generación de energía en este punto pasarán de las 1.500 al año a las 5.300 horas gracias a la conversión de un activo renovable no gestionable, es decir que solo produce energía durante las horas de sol, a uno gestionable con el que se puede generar energía desde las seis de la mañana hasta las doce de la noche.
Eso será posible simplemente con la instalación de una caldera de biomasa, aprovechando la nueva planta de 46 MW de biomasa que Ence está construyendo en los terrenos de la antigua Elcogás, que lindan con la termosolar de Puertollano.
Además de permitir la generación de energía de una manera "programable, firme y estable, y en momentos de alta demanda", esta cercanía le permitirá a Ence aprovechar "importantes" sinergias potenciales entre los dos complejos energéticos.
Con esta operación, la empresa da su primer paso hacia la diversificación a otras tecnologías renovables y le permite obtener una rentabilidad similar a la de sus plantas de generación con biomasa.
En concreto, esta adquisición le aportará un beneficio bruto de explotación (Ebitda) estable antes de sinergias de 18 millones de euros al año.
Ence destaca también otros puntos positivos de la operación: crea y fija empleo rural, evita incendios, así como la quema incontrolada y altamente contaminante de rastrojos agrícola, y puede reemplazar parcialmente a las térmicas de carbón en el sistema eléctrico nacional.