Las siete condiciones de los autónomos al Gobierno para subir las cotizaciones
- La enfermedad profesional y la formación serán alguno de los puntos calientes de la negociación.
- El Gobierno impone a los autónomos una subida de cuotas saltándose el pacto con Podemos
- Los motivos de Empleo para hacer que los autónomos coticen sólo por lo que ingresan
Las organizaciones de autónomos se preparan para dar la batalla en las negociaciones sobre los cambios en la cotización que quiere llevar a cabo el Gobierno. De lo que se trata es de conseguir que puedan pagar por lo que ingresan, de modo que tengan una contribución más justa a la Seguridad Social.
Unos cambios que para los representantes deben conllevar aparejada una mejora de las prestaciones que reciben por parte del Estado. Especialmente porque los primeros borradores contemplan cambios en las bases de cotización que, en la práctica, supone también un aumento de lo que pagarán mes a mes. En total, 400 euros más al año (en la propuesta más generosa presentada por el ministerio de Trabajo).
Las negociaciones acaban de empezar, pero tanto Upta como ATA tienen claro que estamos ante unas cantidades que no pueden aceptarse. “Estamos en el inicio de las conversaciones, por lo que las posturas son de máximos”, explica Eduardo Abad, el secretario general de Upta.
El propio Abad explica a EL ESPAÑOL que están “dispuestos a hacer un esfuerzo”. Eso sí, su objetivo es evitar que se toquen las bases de cotización; sin embargo, sí cree que podrían aceptar el incremento del pago mensual.
Peticiones históricas
¿Qué pide a cambio? Básicamente cinco peticiones que para las asociaciones de autónomos son casi históricas y que, por ahora, no han sido atendidas por ningún gobierno.
Las dos primeras pasan por el reconocimiento dentro de las contingencias del accidente de trabajo y la enfermedad profesional. Algo que debe venir acompañado también por una bonificación del 100% en la cotización (el pago mensual) en caso de incapacidad temporal; es decir, cuando están enfermos. Eso sí, quedaría supeditada al segundo mes de baja.
Sólo conseguir éstas supondría “un antes y un después” para los autónomos, señala Abad. Sin embargo, cree que también debe incluirse el cese de actividad y la formación dentro de las contingencias cubiertas por la cotización a la Seguridad Social.
En caso de que Trabajo decidiera aceptar todas estas reivindicaciones, desde Upta darían el visto bueno a las pretensiones del Ejecutivo; eso sí, siempre supeditado a pactar el coste de la medida para evitar que el impacto sea demasiado gravoso entre sus asociados.
Otro de los objetivos del Gobierno de cara a los próximos Presupuestos Generales del Estado es incrementar la tarifa plana a los 75 euros frente a los 50 actuales. Además, quiere condicionarla a que se mantengan de alta en el sistema una vez que termina el período de bonificación. Hasta ahora sólo lo hacen 3 de cada 10.
En el caso de Upta no verían con malos ojos esta medida, siempre y cuando el período de bonificación fuera de dos años, en lugar de uno como hasta ahora.
El aumento de las cotizaciones a los autónomos se produce en pleno intento del Gobierno por reequilibrar las cuentas de la Seguridad Social; y busca paliar también el déficit de prestaciones que reciben. Hay que tener en cuenta que con el actual sistema, la mayor parte de los trabajadores adscritos al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) cotiza por la base mínima durante la mayor parte de su carrera.
Se trata de un sistema que, además, genera grandes ineficiencias dado que al ser barra libre, hace que todos los autónomos paguen lo mismo con independencia de lo que ganen. Así que la idea del Ejecutivo es intentar mitigar esa situación estableciendo distintos tramos de cotización.
Desde UPTA creen que el primer tramo sería para aquellos trabajadores cuyos ingresos son inferiores al Salario Mínimo Interprofesional, que deberían pagar lo mismo que la tarifa plana. Es decir, 50 euros y afectaría a cerca de medio millón de personas.
El tramo más alto sería para aquellos que tienen unos ingresos anuales de más de 70.000 euros, quienes tendrían que cotizar por una base mínima de 1.839 euros. Y el tramo intermedio sería el que está entre los 9.000 y los 70.000 euros, que tendrían la base mínima de 919,80 euros. Este último bloque es en el que se enmarca la mayor parte de los trabajadores adscritos al RETA.
Regularizar una vez cerrado el ejercicio fiscal
Según la propuesta lanzada por UPTA, el objetivo es que los trabajadores abonen las bases mínimas y, una vez cerrado el ejercicio fiscal, regularicen con Hacienda y Seguridad Social. De ese modo se puede saber lo que han ingresado realmente y, por tanto, proceder a hacer el ajuste de los que les faltaría por pagar al erario público.
Son algunas de las propuestas que están encima de la mesa en este momento. Ahora es el momento de la negociación, y lo que parece claro es que tendrán que ser rápidas porque deben ir dentro de los nuevos Presupuestos que preparan las ministras Calviño y Montero.