El sector hotelero español está capeando un 2018 algo agitado: a la recuperación de destinos turísticos del Mediterráneo como Turquía o Grecia, se suma que ha sido año de Mundial de Fútbol y que se ha vivido un verano más caluroso de lo habitual en toda Europa.
El turismo internacional ha mostrado cierto freno en los últimos meses, con una caída de un 1,9% en agosto que ha puesto fin a siete veranos de récord. En los destinos vacacionales como Canarias y capitales como Barcelona lo han notado en la ocupación, pero "no hay motivo para alarmarse", considera Bruno Hallé, socio de la consultora Magma Hospitality Consulting. "Este año recibiremos menos turistas, pero están gastando más dinero. Esto es algo muy positivo", comenta el experto a este periódico.
Entre enero y septiembre, la ocupación hotelera en España fue de un 75,2%, un 1,3% menos que el año anterior. Las mayores caídas se registraron en Islas Canarias, que pierde un 5,2%, y Barcelona, con un 4,3% menos, según los datos del Barómetro del Sector Hotelero del tercer trimestre que elaboran STR y Magma HC. El consejero delegado de NH, Ramón Aragonés, reconocía recientemente que la Ciudad Condal está haciéndoles "sufrir un poco" en su operación en España.
Pero no hay que perder de vista que las cifras registradas en 2017 fueron récord para la industria turística española, algo que hace que "la comparación sea odiosa", considera Hallé.
En el caso de Canarias, la caída de la ocupación viene dada por una combinación de factores pero, siendo uno de los principales destinos vacacionales de la región, la recuperación de los países del Mediterráneo, muy afectados por conflictos políticos en los últimos años, ha sido clave.
Las Islas son destino natura de touroperadores, recuerda Hallé, que son quienes tienen la capacidad de desplazar grandes volúmenes de turistas hacia uno u otro destino. Con la devaluación de la lira turca, el país recupera un atractivo por precio que puede encajar para algunos operadores.
En Barcelona, el mix de factores es también variado. Más allá de la preocupación que pueda generar el conflicto político, la Ciudad Condal "no ha perdido su atractivo, pero hay otros destinos urbanos muy potentes tanto en España como en Europa con los que compite y que estarían atrayendo más turistas en este momento", considera Hallé.
Las ciudades secundarias cogen impulso
Así, aunque se ha registrado un "apreciable descenso" en la ocupación de la mayoría de los destinos vacacionales, el sector hotelero "sigue mostrando datos sólidos de rendimiento en el acumulado hasta septiembre".
Lo demuestra el rendimiento de ciudades secundarias, como Bilbao, Granada, Sevilla y Zaragoza, donde la ocupación ha evolucionado "muy positivamente". Bilbao gana casi dos puntos en el acumulado a septiembre, hasta un 79,8% de ocupación y Valencia, por su parte, también ha acelerado cuatro puntos, cerrando septiembre con un 77,9%. En el caso de Zaragoza, la ocupación ha ganado siete puntos respecto a 2017, hasta un 67,1%.
¿La clave? Oferta gastronómica, cultural y hotelera competitiva que ha sabido posicionarse para sacar partido al buen músculo turístico, considera el experto. "El camino recorrido por Barcelona ha hecho que otras ciudades sepan potenciar su atractivo", apunta.
Pero además de la ocupación, hay otros dos indicadores que refrendan este impulso: la tarifa media diaria (ADR) y el ingreso por habitación disponible (RevPar). A nivel general, entre enero y septiembre, el ADR se situó en 115,57 euros, una caída de 1,1%, y el RevPar en 87 euros, un 2,4%. De nuevo, Canarias y Barcelona se ven muy afectadas en el precio medio diario, con una caída de más de 4%, hasta 113 y 140 euros, pero siguen siendo dos de los destinos más caros en todo el país, junto con Marbella (210 euros), Baleares (144 euros) y Madrid (105 euros). Pero ciudades como Bilbao, Málaga y Valencia han registrado un avance considerable en sus precios hoteleros diarios: 10%, 8,6% y 5,5%, respectivamente.
En cuanto a la rentabilidad por habitación, los mercados urbanos y los de interior siguen al alza, indica el barómetro, y destaca especialmente Bilbao (+12%); Málaga (11,1%), Sevilla (6%) y Valencia (12%). Marbella, Barcelona y las Islas Baleares se mantienen como los destinos con mayor rentabilidad, con 143,7 euros, 110,1 euros y 104,6 euros, respectivamente.
"Estamos en el buen camino. Los hoteleros españoles han hecho muy buen trabajo en reposicionamiento en los últimos años. Por mucho que Turquía o Grecia repunten como destino, España atrae ya a un cliente con mayor gasto. Hemos hecho los deberes", destaca Hallé descartando preocupaciones sobre una mayor caída de precios.
España, líder en eventos corporativos en 2019
Otra de las aristas importantes del negocio hotelero son los eventos. Después de un muy buen 2017, este año se ha notado cierta ralentización, recuerda Hallé. Pero las perspectivas hacia delante son buenas y en el horizonte ya hay eventos cerrados de cara a los próximos cuatro años. De hecho, el último informe Global Meetings & Events Forecast de American Express Meetings & Events señala a España como destino favorito junto a Alemania para los eventos corporativos en Europa en 2019.
Barcelona y Madrid se colocan entre las cinco ciudades favoritas para celebrar eventos el año que viene, en las posiciones dos y cinco, respectivamente, apunta el estudio. "Las empresas españolas verán un aumento de un 3,5% en el número de eventos durante 2019, mientras que Alemania se situará en un 4%", destaca el estudio.