La consolidación "es inevitable". Así hablan los expertos inmobiliarios sobre el coworking, que aseguran que el fenómeno ha llegado para quedarse.
Así, lo que en un principio podía parecer una moda, crecerá a un ritmo del 30% anual en Europa durante los próximos cinco años. "La evolución de este sector tiene que ver con un cambio de paradigma. Hasta ahora, el sector de las oficinas era muy estable. No había una relación de servicio; era 'yo pago la renta, me das un espacio'. Ahora cada vez hay más necesidad por parte de los inquilinos de ser más que eso", explican desde la consultora inmobiliaria JLL.
Por eso, el denominado espacio flexible de oficinas seguirá creciendo. No en vano, según Cushman & Wakefield, en los nueve primeros meses de año en Madrid y en Barcelona se han contratado, entre las dos, más de 55.000 metros cuadrados de estos espacios; una cifra que representa un crecimiento del 71,5% respecto al mismo periodo del año anterior.
Los expertos de JLL también lo tienen claro: "Con más de 700 proveedores de espacio flexible en el sector, la consolidación es inevitable, y un periodo de recesión aceleraría este proceso", explican.
Regus, WeWork y Utopicus
Detrás de los líderes de coworking en España, se encuentran los grupos multinacionales WeWork y Regus, que junto con Utopicus, de Colonial, destacan sobre los demás. Esta última, de hecho, prevé llegar a los diez centros en España en los próximos meses. Entre las tres firmas, apunta JLL, concentran la mitad del stock total de Madrid y Barcelona y la consultora prevé que esta tendencia continúe hacia una mayor concentración de operadores.
"Los proveedores experimentados y con buenos niveles de capitalización y de diversificación geográfica prosperarán, así como los operadores de nicho e innovadores que presenten una oferta vanguardista", explican desde JLL.
Por eso, aunque Madrid y Barcelona han experimentado un crecimiento del 40% y 30% de estos espacios respecto al año pasado, la clave está en hacer crecer el negocio también en capitales de provincias. "Tener un edificio de cierto tamaño dedicado a espacios flexibles aquí quizá es más sencillo por las pequeñas empresas", apuntan los expertos de la consultora.
Mientras la capital tiene un 1,2% de espacios flexibles sobre el stock total, en Barcelona esta cifra aumenta hasta el 1,8%. No obstante, las dos siguen muy lejos de la media europea, que se encuentra en el 5%, y por detrás de ciudades como Amsterdam, Londres y Dublín. El margen de crecimiento es alto: "El coworking está dando muchísimo valor en los procesos de atracción y retención de talento. Es la la fundamental", aseguran desde JLL.