Pretenden situarse en medio del vendedor y del comprador, pero trabajando para este último. La figura del personal shopper inmobiliario, poco conocida en España, está cogiendo fuerza durante los últimos años. Quieren ser el "poli malo" en los procesos de búsqueda y compra.
"Asesoramos al comprador en la búsqueda y luego en la parte técnica y legal. Revisamos todo: la vivienda, el edificio, las fachadas... somos como un mecánico", cuenta a este periódico Enric Jiménez, fundador de Somrie y presidente y fundador de la Asociación Española de Personal Shopper Inmobiliario (AEPSI).
Esta figura, reconocida en países como Estados Unidos o Francia, se encuentra dando sus primeros pasos en España. En 2010, Jiménez, con más de dos décadas de experiencia en el sector inmobiliario, se lanzó a crear el proyecto con el que pretendía normalizar esta figura y que fuera una parte más de los procesos de compra-venta. "La mayoría de la gente salía a disgusto de la compra, no se sentía acompañada, sentía que nadie le asesoraba. Es una compra muy importante", cuenta Jiménez.
"Aprovechando la crisis, introduje un servicio que funciona en otros países hace muchos años: Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Francia. Tienen muy claro la figura que representa cada uno. En España intermediamos, y queríamos pasar a un punto de representación. Un servicio para y por los compradores", explica Jiménez.
No son muchos en el sector, pero van creciendo. "En el último año, el número de operaciones gestionadas por los miembros de AEPSI ha crecido un 50%, superando los 120 millones de euros en valor de transacciones", explican desde la asociación.
De principio a fin
Pero, ¿cómo funciona este servicio? "Nos piden la vivienda que buscan. Detectamos si es realizable la compra, vemos si está fuera de mercado...", cuenta Jiménez. Durante este proceso, el personal shopper inmobiliario analiza aspectos como la capacidad de endeudamiento del comprador o el ahorro del que dispone.
"Damos una parte de los servicios y cobramos parte de la factura; es una provisión de fondos, hasta que no encontramos la vivienda no se cobra", explica. ¿Compensa contratar este servicio? Según Jiménez, se consigue un ahorro de media entre un 5% y un 12% respecto a la inversión del cliente.
En cuanto a precios, Jiménez evita dar cifras concretas, pero habla de una tarifa plana que, sin embargo, cambia según la ubicación. No es lo mismo buscar piso en Madrid o en Barcelona que en Tudela. "En los casos más extremos, no ha llegado hasta el 3%", apunta.
300 agentes en España
Un negocio que en los últimos ocho años ha dado un salto. "En 2010 no encontré a más de 30 personas dedicadas a esto, hoy tenemos un listado de más de 300", cuenta el presidente de AEPSI. De estas, algunos son autónomos, otros empresas creadas para esto y, además, inmobiliarias tradicionales, que ofrecen este servicio como un extra.
Con un porcentaje más o menos similar entre compradores nacionales y extranjeros, los personal shopper inmobiliario asumen que el 80% del negocio "está en el 20% del mapa". Así, Barcelona, Madrid, Canarias o Baleares son los lugares donde más se demandan estos servicios.
Su objetivo, "multiplicar por 10" cada año el crecimiento. "Nuestro techo es llegar al 50% de los vendedores. Va lento, pero estamos seguros de que lo conseguimos", dice Jiménez.