Andrea Orcel podría retrasar su llegada al Santander hasta marzo de 2019
El Santander negocia con UBS, de donde procede el nuevo CEO, para intentar acelerar su llegada a Madrid.
30 noviembre, 2018 16:51Noticias relacionadas
El nuevo consejero delegado de Banco Santander, Andrea Orcel, se incorporará previsiblemente a la entidad presidida por Ana Botín en el mes de marzo, según fuentes del sector consultadas por Europa Press.
Orcel debe cumplir con sus obligaciones contractuales en UBS antes de tomar posesión en el cargo. En concreto, una cláusula le exige un preaviso de seis meses antes de trabajar en otra entidad financiera, por lo que no podría asumir el cargo hasta previsiblemente marzo de 2019.
Desde Banco Santander se remiten al hecho relevante comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el pasado 25 de septiembre, en el que la entidad informaba de que los cambios en el consejo de administración tendrían efecto una vez obtenidas las autorizaciones correspondientes, "incluidas las derivadas de las condiciones del actual empleo del señor Orcel, y, en todo caso, nunca antes del 1 de enero de 2019".
Seis meses ante
Este entrecomillado reflejaría que el banco estaba al tanto de la cláusula 'gardening leave' que impide a Orcel incorporarse inmediatamente como consejero delegado, como es habitual en el sector y que le obligaría a comunicar su salida seis meses antes. Por tanto, tanto su nombramiento como el de José Antonio Álvarez como presidente ejecutivo de Santander España y vicepresidente de Banco Santander, tendrían lugar una vez se cumpliesen dichas condiciones.
Teniendo en cuenta que Santander comunicó estos cambios en el mes de septiembre, sería marzo la fecha en la que previsiblemente Andrea Orcel sería libre de incorporarse a la entidad.
Por otro lado, el nombramiento del nuevo consejero delegado está sujeto a la aprobación del Mecanismo Único de Supervisión (MUS), que tendrá que realizar los test de idoneidad correspondientes antes de dar 'luz verde' al fichaje del banquero italiano.
Aunque fuentes del sector han apuntado que se trata de procesos "bastante lentos", no se contempla que puedan extenderse de manera que dilaten la toma de posesión del directivo más allá de lo que pueda hacerlo UBS.