El director general de Citroën para España y Portugal, Pablo Puey, ha criticado las ayudas que el Gobierno ofrece para la compra de vehículos porque considera que estas son "sesgadas".
En un encuentro con la prensa en la sede de PSA en Villaverde (Madrid), Puey ha manifestado que se debe "atacar" a los vehículos antiguos con planes de achatarramiento, como ocurría con el antiguo PIVE, "más allá de aprobar ayudas sesgadas a coches con escasa oferta y que no tienen una tecnología madura".
En este sentido, el directivo ha destacado que tanto el Ejecutivo como la industria de la automoción tienen la obligación de informar "mejor" a los clientes, resaltando que los coches diésel actuales son "mucho más ecológicos" en niveles de emisiones y partículas que los antiguos. Además ha asegurado que el diésel es un combustible con mucho futuro y que el parque automovilístico español tiene 12 años de antigüedad.
"Nos parece que el diésel continuará siendo una alternativa durante varios años, pero hay una normativa europea que nos obliga a bajar las emisiones y nosotros nos adaptaremos. PSA y Citroën siempre han tenido mucha fuerza en el diésel, pero también hicimos motores de gasolina extraordinarios y tendremos que adecuarnos a los tiempos", ha apuntado.
Hacia la movilidad sostenible
En este contexto de transición de la automoción hacia una movilidad sostenible, Puey ha sostenido que para 2023 Citroën ofrecerá el 80% de su gama con una versión electrificada y el 100% para 2025. Además, ha afirmado que el consorcio automovilístico francés trabaja con plataformas de producción multienergía y que por lo tanto está preparado para fabricar eléctricos "en cualquier momento".
"Las plataformas multienergía nos permiten adaptarnos poco a poco a la demanda. Todavía el mercado de eléctricos es inexistente en España. Tendremos que ver cuándo se da la situación para que crezca y haya infraestructuras suficientes e incentivos estables", ha añadido.