Según la CAA, las huelgas de pilotos y personal de cabina durante el verano no fueron "circunstancias extraordinarias" y, por lo tanto, los clientes tenían derecho a ser compensados en virtud de las leyes de la Unión Europea (UE).

Debido a los paros, los vuelos de la aerolínea fueron retrasados o cancelados.

Por su parte, Ryanair sí considera que se trataron de unas "circunstancias extraordinarias" y que no está obligada a pagar.

Según la CAA, los pasajeros tienen derecho, de acuerdo a la normativa comunitaria, a solicitar una indemnización cuando sus vuelos sean retrasados durante un periodo de tres horas o más, sean cancelados o cuando se les deniega abordar el avión. EFECOM

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