Aunque a primera vista Hafesa no resulte excesivamente conocida, tiene más importancia de lo que cree en su vida o en la mía. Probablemente en más de un repostaje o de dos este grupo empresarial nacido hace dos años habrá sido el responsable del suministro del combustible a la gasolinera.
Hablamos de una compañía que ha logrado convertirse en este tiempo en uno de los principales operadores petrolíferos en España, cuya ventaja está en ofrecer el producto al mejor precio y garantizando la disponibilidad. La clave está en las terminales que les permiten almacenar el producto antes de venderlo a las compañías. “Es como si tuvieras una refinería, podemos tener el crudo almacenado y venderlo cuando corresponda, lo que nos permite ser flexibles”, explica a EL ESPAÑOL el presidente de Hafesa, Alejandro Hamlyn.
Esa flexibilidad es, justamente, la que le permite ofrecer a las grandes petroleras un precio muy competitivo. “Al tener terminales en distintos puntos geográficos podemos tener planes de entrega de productos más ágiles que quien no los tiene y sólo puede distribuir el producto”, señala.
El trading, la clave
Hamlyn explica que ése ha sido el gran acierto de un grupo que comenzaba con un contrato con Mabanaft, una empresa del holding energético alemán Marquard&Bahls. “Les tenemos que estar muy agradecidos ya que sin ellos los bancos jamás nos hubieran dado financiación; además, la relación que tenemos con ellos ahora mismo es casi de amistad”, relata.
Un crecimiento exponencial que se basa en en el trading con la materia prima: el crudo. Eso sí, nada de comprar a futuro y en dólares. “Nosotros compramos a euro/metro cúbico porque sabemos qué y cómo debemos comprar”, sostiene. Y es que para Hamlyn su trabajo es vender, pero la clave está “en cómo tienes que comprar la materia prima”.
A Hamlyn no le gusta eso que hacen los traders de comprar a futuro el crudo. “Es peligroso. Yo he visto cómo el mercado puede aplastarte en una mala posición, así que nuestra política es la de cero riesgos, nada de especular”.
Su trabajo, básicamente, consiste en regar de crudo las tuberías que abastecen al sistema petrolero de las compañías. Sin embargo, empiezan a hacer sus pinitos en la venta de gasolina a los consumidores en estaciones de servicio, el llamado retail.
El fichaje de Cepsa
“España tiene los mejores márgenes de Europa en las estaciones de servicio, un sector que además es muy competitivo”. El problema es que para alcanzar esa rentabilidad se requieren muchas gasolineras. En este momento Hafesa cuenta con diez en su haber, pero el objetivo es crecer a algo más de una treintena cuando termine el 2019.
Una operativa que realizan a través de la marca Hafesa Oil, al frente de la que se encuentra Alfredo Gómez Esteban, procedente de Cepsa. Un proyecto ambicioso para el que confían “atraer a grandes inversores internacionales que están deseando entrar en España”, insiste Hamlyn.
Pero la cosa no acaba aquí. El presidente de Hafesa quiere más: “tenemos ya siete camiones para transportar el combustible y nuestro objetivo es tener toda la cadena de valor del down stream”.
El sueño del emprendedor
El propio Hamlyn reconoce que la empresa ha logrado cotas que no podía imaginar en sólo dos años. Una gran cartera de clientes nacionales e internacionales, terminales en Bilbao, Gijón y Motril. Toda una infraestructura que le permite contratar anualmente sólo con Mabanaft cerca de 330.000 toneladas de crudo.
Dos años que no han sido fáciles para el presidente de Hafesa. En su despacho de Madrid, en una de las Cuatro Torres, explica a EL ESPAÑOL cómo se siente. “Todavía no me creo que esto sea mío. Era un sueño que he perseguido durante más de treinta años. Y la última década ha sido muy dura hasta llegar a donde he llegado”, relata.
Un tiempo en el que ha aprendido que la clave de todo “es la paciencia y delegar en las personas que te acompañan y luchan por el mismo fin”. Algo especialmente complicado, porque el propio Hamlyn reconoce que desde que fundaron Hafesa en 2016 “hemos crecido muy rápido, pero también hemos podido caer muy rápido”, explica.
Planificar a futuro
“Esto ha ido así porque yo he sido muy impulsivo, que es lo que debes ser cuando eres emprendedor”. Ahora asume que las cosas deben cambiar. “Mi equipo me ayudó a revertir la situación, y ahora veo que cuando se es empresario debes saber que mucha gente vive de la empresa”.
Ese proceso reflexivo de Hamlyn es lo que le ha llevado a tomar el control del 100% de las acciones de la empresa en los últimos meses. No sólo eso, es que no descarta buscar apoyos internacionales de cara a futuro (empezando por Mabanaft) para los proyectos que preparan de cara a futuro.
“Estamos elaborando un plan de negocio para los próximos años, nos hemos dado cuenta de que tenemos que prever las cosas con antelación”. La forma de ir planificando el futuro de una empresa que trabaja en uno de los sectores con un panorama sombrío a tenor de los anuncios que hacen desde el Gobierno.
Coche eléctrico o gasolina
¿Tiene futuro el petróleo? Hamlyn lo tiene claro: sí. “Le queda mucho recorrido”, explica. A su juicio, hasta que la electrificación no esté más extendida va a ser complicado que las cosas cambien. Sobre todo en cuanto a los coches.
“Si un eléctrico tarda 40 minutos en cargarse, ¿qué hago si tengo cinco coches delante? Hasta que no cargue tan rápido como uno de gasolina será inviable”, advierte.
Eso sí, reconoce que el futuro pasa por la electricidad. De hecho, ya avisa de que en su plan contempla “el giro hacia una empresa multienergética en el que la electricidad y el gas tengan presencia”.
Sólo el tiempo dirá hasta dónde podrá llegar esta empresa. De momento, Hamlyn cree que el futuro de Hafesa es más brillante que nunca.