Los dos grandes bancos de este país estrenarán en 2019 consejero delegado. El Santander recibirá en sus filas al italiano Andrea Orcel, un 'crack' de la banca de inversión que llevaba trabajando en UBS desde 2012. En el caso del BBVA la apuesta proviene de la casa y será el turco Onur Genç quien asuma el puesto de número dos, procedente del negocio en Estados Unidos y Turquía.
Nombres que han causado sorpresa en el entorno de ambos bancos, pero que dejan claro que ambas entidades están en una escala muy superior: la internacional. "Para liderar un banco internacional necesitas ejecutivos internacionales", dicen algunas fuentes del sector financiero. Se trata, en definitiva, de adaptarse a los nuevos tiempos, modernizar la imagen y, sobre todo, dejar claro qué liga es la que se quiere jugar.
"Hay un cierto provincianismo cuando se piensa que los ejecutivos en la banca española deben ser españoles", señala otra persona del sector al conocer ambos nombres. "Les dará una perspectiva diferente", argumenta otro. Desde luego, lo que sí hará será prepararlos para un futuro de crecimiento más allá de los límites actuales.
Digitalización
El nombramiento de ambos viene acompañado de una palabra: digitalización. Ahí se la van a jugar, aunque cada uno tendrá que jugar sus bazas. El italiano tendrá que avanzar en la 'digilosofía', el concepto empleado por la entidad cántabra para referirse a su transformación a los nuevos tiempos.
"Tenemos una estrategia más avanzada de lo que hemos contado hasta ahora", afirmó la presidenta Ana Botín al día siguiente de lanzar al mercado el nombre de su nuevo consejero delegado. ¿El objetivo? "Convertirse en una plataforma abierta de servicios", respondió.
Un camino similar quiere seguir el BBVA, que lleva años inmerso en un proceso de digitalización. Tanto, que una de las principales características de Genç es que tanto la filial turca como la americana -que estuvieron bajo sus órdenes- son de las más avanzadas en la tecnologización.
Él lo tiene claro: "El reto está en responder a un cliente cada vez más cambiante", sostuvo en una entrevista en la web del BBVA nada más aterrizar en Madrid. En ella, recordaba que será necesario ser "más globales" porque ésa es la única manera de llegar a ser eficientes. Una eficiencia difícil de conseguir en un contexto de tipos bajos y con el ambiente hostil en los tribunales del que se han quejado amargamente los bancos durante estos meses.
Líderes que conocen el tablero internacional
La estrategia de crecimiento será otra de claves en las que tendrán que centrarse los nuevos consejeros delegados. El aterrizaje de Orcel en el Santander, con escasa experiencia en banca retail pero con un amplio bagaje en el asesoramiento de operaciones junto a Emilio Botín, se interpreta como una declaración de intenciones: lanzar operaciones corporativas para seguir creciendo internacionalmente.
No tan clara está la cosa en el caso de Genç en el BBVA. Su perfil techie deja entrever que está en la línea del presidente Carlos Torres, lo que lleva a pensar en vías de crecimiento orgánicas digitales. Es decir, operando a través de neobancos que, con poca inversión, permiten una rápida captación de cuotas de mercado si se lanzan las ofertas adecuadas. ¿Un ejemplo? La inversión del BBVA en el británico Atom.
Crecimiento, rentabilidad, digitalización y globalización serán las guías. Es el mensaje que Santander y BBVA lanzan al mercado con sus nuevos números dos. Algo especialmente importante en un momento en el que las entidades financieras quieren enviar señales de confianza y previsibilidad.
Pero esa apuesta por la globalidad de sus directivos viene también forzada por el cambio que ha dado el sector financiero en Europa a raíz de la crisis económica. El aumento de la supervisión por parte del Banco Central Europeo, la llegada del Mecanismo Único de Supervisión (MUS) y la constante presión del regulador por la concentración bancaria europea requieren de líderes que conozcan el tablero internacional.
Es de imaginar que ambas entidades querrán jugar un papel clave en esos movimientos. Y aunque no sea el escenario ideal que imaginan, es de suponer que si el regulador aprieta -y podría hacerlo en los próximos años- habrá que claudicar. Por tanto, conviene estar preparados.
Una nueva era en la banca española
A partir de enero comienza el juego. El primero en incorporarse al cargo será el turco Gonç, una vez que Francisco González dé un paso al lado el 31 de diciembre como presidente del BBVA. A partir de ahí, Carlos Torres será oficialmente presidente y él podrá ejercer como número dos.
Algo más podría tardar en llegar el italiano Orcel al Santander. Llega procedente de UBS y le toca negociar con su antigua casa para acelerar los tiempos. Lo normal en la entidad es que sus ejecutivos comuniquen su adiós seis meses antes, lo que obligaría a desplazar su aterrizaje hasta el mes de marzo.
Sea como sea, el cambio de caras depara una nueva era en la banca española. Son los primeros que se han atrevido a dar un paso de estas características dentro de las empresas españolas del Ibex. ¿Marcarán el camino de cara a futuro? Quizá debería, aunque ya hay quien se pregunta por qué no haber elegido a una mujer.
Lo que debes saber
Qué: relevo en Santander y BBVA.
Quién: Andrea Orcel y Onur Genç.
Cómo: sustituyen a José Antonio Álvarez y Carlos Torres, respectivamente.
Cuándo: en el primer trimestre del año.
Dónde: en España.
Por qué: en el caso del Santander, por la necesidad de avanzar en el negocio y seguir creciendo internacionalmente. Para el BBVA, el relevo se hace por necesidad, ante la inminente jubilación de Francisco González como presidente.