Bristol-Myers Squibb compra Celgene por 65.000 millones de euros
- Una acción de Bristol-Myers y 50 dólares por cada una de Celgene
- La operación aún requiere del visto bueno de las autoridades
El grupo farmacéutico estadounidense Bristol-Myers Squibb ha llegado a un acuerdo para comprar la compañía biotecnológica Celgene, del mismo país, en una operación valorada en unos 74.000 millones de dólares (65.218 millones de euros), ha informado hoy la compañía compradora.
La fusión entre las dos empresas, que dará lugar a un gigante de la industria biofarmacéutica, ha sido aprobada ya por los consejos de administración de las dos sociedades.
Los accionistas de Celgene recibirán una acción de Bristol-Myers y 50 dólares en efectivo (44 euros) por cada uno de sus títulos.
Cuando se complete la operación, los actuales accionistas de Bristol-Myers poseerán aproximadamente el 69 % del capital del grupo resultante, mientras que los de Celgene tendrán el 31 % restante.
La transacción debe ser aprobada aún por las juntas de accionistas de las dos empresas y recibir el visto bueno de los organismos reguladores.
Se espera que la integración de las dos compañías esté completada en el tercer trimestre de este año.
La transacción creará una empresa líder como biofarmacéutica, bien posicionada para atender las necesidades de pacientes con cáncer, enfermedades inflamatorias e inmunológicas y problemas cardiovasculares a través de medicamentos innovadores de gran valor, según informó Bristol-Myers en un comunicado.
"Junto con Celgene, estamos creando un líder innovador en biofarmacia, con franquicias líderes y un amplio suministro que impulsará un crecimiento sostenible y ofrecerá nuevas opciones para los pacientes atendiendo una variedad de enfermedades graves", dijo Giovanni Caforio, presidente y director ejecutivo de Bristol-Myers Squibb.
Por su parte, Mark Alles, presidente y director Ejecutivo de Celgene, recordó que, "durante más de 30 años, el compromiso de Celgene con liderar la innovación nos ha permitido ofrecer tratamientos que cambian la vida de los pacientes en áreas de alta necesidad".
"Asociándonos con Bristol-Myers Squibb, estamos entregando un valor inmediato y sustancial a los accionistas de Celgene y proporcionándoles una participación significativa en las oportunidades de crecimiento a largo plazo creadas por la compañía combinada", añadió Alles.
Las acciones de Celgene subieron un 33% en las operaciones previas a la apertura formal de Wall Street, a cerca de 89 dólares por acción, mientras que las acciones de Bristol-Myers Squibb cayeron un 13%.
Celgene ha estado "bajo una presión significativa debido a las preocupaciones sobre Revlimid", dijo la compañía, pues se esperaba que Celgene perdiera en 2022 la protección de la patente para Revlimid, su medicamento para el mieloma múltiple más vendido, por lo que el valor de sus acciones había caído un 37 % el último año.
A principios del año pasado, Celgene acordó comprar el resto de Juno Therapeutics que aún no poseía por alrededor de 9.000 millones de dólares para obtener acceso a la lista de medicamentos contra el cáncer de Juno.
La compañía ha estado trabajando en una nueva terapia génica experimental llamada terapia con células T CAR: tomar las células inmunes de un paciente, llamadas células T, manipularlas genéticamente para atacar proteínas específicas contra el cáncer e infundirlas de nuevo en el paciente.
La terapia con células T CAR es un área altamente competitiva y potencialmente lucrativa de la biotecnología.