Revolución de movilidad en la jungla del asfalto
- Hay una batalla por liderar el transporte urbano que cambia a pasos agigantados en España.
- El taxi no se conforma con el decretazo: "Forzaremos a los políticos por las buenas o por las malas. Hay que volver a la calle"
- Karel, el 'cazador' de patinetes que gana 5.000 euros al mes cargándolos de madrugada
Autobús, taxi, bicicleta, VTC, carsharing, motosharing, patinetes… ¿Quién da más? La movilidad en las grandes ciudades se transforma, y con ella los hábitos de los ciudadanos. Un cambio que está trayendo dolores de cabeza a los reguladores, pero que también abre numerosas incertidumbres acerca de cómo serán las formas de transporte que utilizaremos en los próximos años.
El último avance que nos han presentado Airbus y Boeing (y que traerá consigo una nueva guerra comercial entre ambos) es el aerotaxi: un vehículo mitad terrestre, mitad aéreo, que se espera llegue a las calles entre el 2025 y el 2035. Sea como sea, y a la espera de que esos avances más propios de Regreso al Futuro II que de una incipiente realidad permite imaginar, hay que centrarse en lo que tenemos actualmente en la jungla del asfalto.
El elemento más disruptor (y no por novedoso) será la continuación de la 'guerra del taxi'. Tras el decretazo de Fomento -al que se aplicarán enmiendas en el Congreso- llega el turno de presionar a las Comunidades y los Ayuntamientos. Los taxistas quieren que Uber y Cabify queden fuera de las grandes urbes cuanto antes, y está por ver que la política les vaya a seguir el ritmo.
El taxi hace las campañas a las VTC
El sector se prepara ya para salir a la calle, sobre todo en Madrid, Barcelona y Sevilla, que es donde se libra buena parte de la batalla. Los taxis saldrán en manifestación, quizá acampen también en la puerta de algún ayuntamiento o comunidad, pero en pleno año electoral está por ver si sus demandas son atendidas con la prontitud que ellos desean.
Los taxistas mueven miles de votos, pero las VTC prestan servicio a más de seis millones de personas, dan empleo a más de 15.000 usuarios y pagan, según las cuentas del sector, 760 millones de euros anuales en impuestos. Una tarta demasiado jugosa como para perderla en pleno año electoral por mucho que presione el taxi.
Además, los taxistas tendrán que valorar si les interesa o no continuar con su política de "coacción" a los gobiernos municipales, como ellos mismos reconocen hacer. Cada vez que salen a la calle a manifestarse, las descargas de apps de Uber y Cabify se disparan. Es decir, sus protestas son la mejor campaña de publicidad para su enemigo. ¿Se darán cuenta?
Las empresas de carsharing miran a Barcelona
En medio de esta batalla por el control o el reparto, según el cristal con que se mire, del transporte de pasajeros en vehículos con conductor, aparece el carsharing. Car2Go fue la primera en llegar a España de la mano de Daimler, y durante los próximos meses culminará su fusión con DriveNow de BMW. Todo un gigante que operará a nivel mundial y se convertirá en el player global más importante en este sector.
Ese conglomerado tendrá que verse las caras con Emov (PSA Peugeot Citroën); Zity (Renault y Ferrovial); Wible (Repsol y Kia); y quién sabe si algún actor más que pueda entrar en la Capital de la mano de otra gran marca de automoción. ¿Su objetivo para el 2019? Seguir ganando cuota de mercado, aumentar las zonas de operación y disminuir el tiempo que sus coches están parados, ya que la rotación media de cada unidad es de una vez cada dos horas.
En ese camino ayudarán políticas medioambientales como la entrada en vigor de Madrid Central, que prohíbe circular al vehículo privado por el centro de la capital. Una política similar a la que ya se aplica en otras grandes ciudades europeas y que llegará pronto a otras como Barcelona. De hecho, la ciudad Condal es el objetivo que muchas de estas empresas de carsharing se han fijado para conquistar a lo largo de los próximos meses.
Bicicletas, patinetes y preguntas sin respuesta
Entre tanto coche, tratan de hacerse un hueco las bicicletas y los patinetes eléctricos. La Dirección General de Tráfico y los ayuntamientos ya tienen establecidas fuertes regulaciones sobre la primera; pero no sobre los segundos. La 'patinetemanía' que causa furor en Madrid y Barcelona ha dejado ya un muerto en las calles, y el Gobierno ya se ha apresurado a poner las primeras limitaciones.
Pero más allá de decir por dónde deben circular estos vehículos o la velocidad a la que pueden desplazarse, hay un debate mucho más profundo, el de la seguridad: ¿Deberían tener o no un seguro estos vehículos? ¿Deberían llevar casco y un chaleco reflectante? ¿Deben o no circular por los ciclocarriles?
Preguntas por ahora sin respuesta, pero que podrían abrir la puerta a nuevos modelos de negocio. Sobre todo en el tema de los seguros, donde las grandes aseguradoras ya tienen preparadas ofertas para sus usuarios, pero que todavía son vendidos de forma minoritaria. Así que un cambio en la legislación podría dar el pistoletazo de salida para una nueva vía de ingresos.
La batalla de las apps
La batalla de por la movilidad se juega en las calles, pero también en las apps. Las nuevas empresas de transporte son digitales, y quieren estar en el smartphone de sus usuarios. Todas quieren ser grandes aplicaciones de movilidad. Esa es la intención, por ejemplo, de Cabify -que busca ofrecer en su app VTC, pero también patinetes y quién sabe si también taxis (como ya está haciendo Uber en algunos países).
Pelea similar es la que aplicaciones como Chipi o Free2Move quieren librar. Su apuesta es la de convertirse en grandes agregadores de movilidad. Para lograrlo tendrán que vencer las reticencias de los operadores a que la comercialización de sus servicios se haga a través de estas nuevas plataformas.
¿Por qué no quieren esa centralización? Porque todos saben que buena parte del negocio está en los servicios vinculados que se pueden vender a través de las apps al contratar los servicios. ¿Se imaginan un seguro que elimine la franquicia a la hora de hacer carsharing? Es sólo un ejemplo de las muchas opciones que se barajan.
Sea en 2019 o 2020 sí parece lógico pensar que los grandes agregadores tendrán su espacio. A la velocidad a la que crecen las nuevas formas de movilidad, parece impensable pedirle al usuario que ocupe la memoria de su teléfono con distintas apps. ¿Quién dará el primer paso? Es la gran pregunta que se hace el sector.
La jungla del asfalto se transforma, en nuestra mano está que sea un poco menos jungla para hacer que las ciudades sean más habitables. ¿Lo conseguiremos?
Lo que debes saber
Qué: los cambios en la movilidad urbana.
Quién: los ayuntamientos y las empresas volcadas en la nueva movilidad, tanto de vehículos como de aplicaciones.
Cómo: nuevas políticas anticontaminación y un cambio social que lleva a una disminución en el uso del coche privado, en favor de nuevas formas de transporte.
Cuándo: durante todo 2019.
Dónde: en las calles de las grandes ciudades españolas.
Por qué: los altos índices de contaminación, así como que los millennials ya no vean el coche como un factor diferencial y de estatus, hace que se busquen nuevas formas de movilidad.