Ryanair estrena el año 2019 con una nueva huelga convocada de tripulantes de cabina (TCP) en España, llamados a parar los días 8, 10 y 13 de enero por los sindicatos USO Sector Aéreo y Sitcpla, unos paros para los que Fomento ha fijado servicios mínimos similares a las huelgas de julio y septiembre de 2018.
A los paros están llamados todos los TCP en las bases de Ryanair en España, más de una docena, que suman unos 1.900 auxiliares de vuelo en total. De ellos, la mayoría están contratados a través de Crewlink y Workforce, empresas que realizan selecciones de personal para la compañía irlandesa.
Para este martes, 8 de enero, primera jornada de huelga, la mayor aerolínea de bajo coste de Europa y la que más pasajeros transporta en España, confía en operar todos sus vuelos programados. En Twitter recordó a sus pasajeros realizar la facturación 'online' y llegar al aeropuerto con al menos dos horas de antelación.
La 'low cost' irlandesa, con una oferta que supera las 400 rutas desde España, afrontó el verano pasado su primera huelga conjunta en seis país europeos, que se saldó con 250 vuelos anulados y 50.000 pasajeros afectados. Pese a ello, ha cerrado 2018 con casi 140 millones de viajeros, un 8% más. Sin embargo, ha rebajado un 12% sus previsiones de ganancias para el ejercicio fiscal actual, que cerrará el 31 de marzo.
Servicios mínimos
Ryanair está obligada a garantizar el 35% de los vuelos para cada ruta con ciudades españolas peninsulares con alternativas de transporte con una duración inferior a 5 horas y el 57% de los vuelos internacionales y para cada ruta con ciudades españolas peninsulares sin alternativa o alternativa superior a 5 horas.
En el caso de los vuelos domésticos con destino a las islas, los servicios mínimos se han establecido en el 100%, mientras que la compañía también tendrá que dar todos los servicios que tengan hora de salida programada antes de la jornada de huelga aunque la llegada se produzca durante la misma.
Ryanair también deberá garantizar otras operaciones específicas como aquellas que puedan estar dando servicio en su caso al servicio postal universal, o las necesarias para posicionar aviones o tripulaciones para realizar las operaciones protegidas, según los servicios mínimos establecidos por el Ministerio de Fomento.
La compañía que lidera Michael O'Leary se comprometió a reconocer a los sindicatos en diciembre de 2017 y un año después logró acuerdos con las tripulaciones de algunos mercados. El escollo principal siempre fue aceptar negociar con los representantes elegidos por los trabajadores y la adaptación a las legislaciones nacionales.
Ryanair se enfrentó el pasado verano a huelgas conjuntas de los trabajadores de varios países europeos donde ya se han alcanzado algunos acuerdos como Alemania, Francia, Italia, Grecia y Suecia.
Motivación de los paros
En España, es la tercera convocatoria de huelga que llevan a cabo los sindicatos representantes de los auxiliares de vuelo de Ryanair, después de las de julio y septiembre. Los dos sindicatos convocantes dieron un ultimátum a la aerolínea y amenazaron con nuevos paros en enero si no se llegaba a un acuerdo.
Desde USO y Sitcpla denuncian que pese a lo ya dicho en los tribunales, la Inspección de Trabajo y la Comisión Europea a lo largo de este año, en España es el único país europeo donde se está incumpliendo la legislación laboral.
Ambos sindicatos reclaman a Ryanair un modelo de trasvases progresivos de los TCP, por orden de antigüedad, así como la creación de una ETT que se ajuste a la legalidad española para realizar, en su caso, contrataciones temporales y con arreglo a las mismas condiciones de trabajo que en la empresa principal. Ryanair no acepta estas condiciones, según los sindicatos convocantes.
Con los pilotos basados en España, sin embargo, firmó un acuerdo tildado de histórico tanto por el Sepla como por Ryanair, para que aquellos pilotos que lo deseen puedan adaptar sus contratos a la legislación laboral española antes del 31 de enero de 2019.
Vulneración del derecho de huelga
USO y Sitcpla han demandado además a Ryanair ante la Audiencia Nacional por vulnerar el derecho a huelga de los trabajadores en las convocatorias anteriores cuya vista se celebrará el próximo 29 de enero.
En su denuncia, aseguran que Ryanair ha vulnerado el derecho a huelga de los trabajadores en los paros del pasado verano, con coacciones a los trabajadores al intentar ejercer este derecho a través de cuestionarios para saber si iban a secundar o no la huelga, , con las penalizaciones económicas y laborales que se les impusieron, así como de obstrucción de información de los vuelos protegidos.
También denuncian la imposición de guardias e "imaginarias" en número excesivo, no designar vuelos de mínimos a los TCP y obligar a hacer venta a bordo en contra de la resolución de los servicios mínimos de Fomento.
La Dirección Especial de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social emitió una resolución sobre la huelga de julio que constata la obstrucción a la labor inspectora, la vulneración del ejercicio del derecho de huelga y la transgresión de la normativa sobre prevención de riesgos laborales.
Actualmente, Ryanair es la mayor compañía de bajo coste de Europa y opera unos 2.000 vuelos diarios desde 89 bases con las que cuenta en Europa --13 en aeropuertos españoles--. Precisamente, en España es donde tiene más presencia, siendo además el segundo país europeo con más bases y pilotos de toda la red de la compañía.