Durante años, desde el sector de la construcción se ha señalado de que el gasto en infraestructuras en España se estaba centrando demasiado en líneas ferroviarias de alta velocidad.
El argumento mayoritario defendía que la alta velocidad ferroviaria tenían un impacto limitado en la ciudadanía española y que, por contra, se estaba dejando de lado el mantenimiento de infraestructuras ya existentes utilizadas diariamente por millones de personas.
Este discurso fue abrazado por el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, durante la presentación del apartado de los Presupuestos Generales del Estado correspondiente al su ministerio. De conseguir los apoyos necesarios, estos presupuestos se caracterizarán por su apuesta por los Cercanías y el mantenimiento de carreteras y de la red ferroviaria.
Fuentes del sector de la construcción señalaban ayer a este diario que, en lo que concierne a las inversiones de Fomento estos presupuestos apuntaban en la dirección adecuada.
El protagonismo del mantenimiento tanto en lo que tiene que ver con carreteras como en el ferrocarril se entiende como una inversión clave para el actual estado de las infraestructuras españolas. Una oportunidad además para dotar al sector constructor de una carga de trabajo muy valorada y de un gran valor añadido.
Del mismo modo, señalaban lo lejos que están los presupuestos de convertirse en una realidad. No sólo por la supuesta falta de apoyos del actual Gobierno, sino porque, de aprobarse, las negociaciones que harán falta para ponerlos en marcha seguramente terminen por transformarlos en algo bien distinto al punto de partido actual.
Reorientación de la inversión
La inversión destinada a mantenimiento y mejora de las líneas de tren convencional en los planes de Fomento se multiplicará casi por tres. Ábalos enmarca este cambio de tendencia en la inversión en los dos tipos de ferrocarril que conviven en el país en la "reorientación" que su departamento pretende realizar en la política ferroviaria para que deje de estar "centrada en la Alta Velocidad".
Una reorientación que no impide que la alta velocidad ferroviaria siga siendo la infraestructura clave, ya que es la que mayor inversión consigue. Fomento destinará 2.660 millones de euros en 2019 a la alta velocidad ferroviaria. Esta cantidad supera los 2.244 millones del ferrocarril convencional y los 2.328 millones de construcción y mantenimiento de carreteras.
La alta velocidad ferroviaria se queda con el 45,1% de la inversión total del ferrocarril, que ascenderá hasta los 5.885 millones de euros. Además, supondrá un 26,6% de los 9.973 millones que Fomento invertirá en 2019. Un presupuesto que crece un 26% con respecto a los de 2018.
Tras la alta velocidad los otros grandes protagonistas de estos presupuestos serán los Cercanías con 1.353 millones, una subida del 155% respecto al año anterior.
El mantenimiento, protagonista en carreteras
El departamento capitaneado por Ábalos elevará un 32% la inversión en mantenimiento en la red de carreteras. La inversión en esta partida llegará a los 998 millones y supondrá así casi la mitad de los 2.328 millones programados para infraestructuras viarias.
Del mismo modo, a través de una subcomisión del Congreso, el ejecutivo de Sánchez quiere abrir un debate sobre el diseño de un nuevo modelo para costear el mantenimiento de la red viaria. En este aspecto se abre la posibilidad de que esto se financie vía un peajes o pago por uso.
A lo anunciado, desde Fomento estudian el lanzamiento de un plan de inversión privada en carreteras de 1.000 millones. Esta iniciativa sustituiría al de 5.000 millones ideado por el Gobierno de Rajoy. Un plan que limitaría a 10 años el plazo de concesión de las carreteras y que excluiría el riesgo de expropiación de los contratos.
En definitiva, unos presupuestos expansivos que cuentan con un fuerte respaldo desde el sector constructor. Ahora toca ver si consiguen ese mismo apoyo desde las diferentes bancadas del Congreso de los Diputados.