El empresario Juan Abelló analiza con su equipo legal las escuchas del excomisario Villarejo ordenadas por el BBVA. En ellas aparece como uno de los principales promotores del intento de asalto al banco a finales de 2004 por parte de Sacyr Vallehermoso, de la que era vicepresidente.
Ese puesto, junto a su condición de consejero del Santander, que le llevaron a formar parte del grupo hostil, que es como se denominaba a los individuos a los que el veterano policía vigilaba de cerca tanto en la esfera pública como privada.
Su nombre figura en distintos informes entregados al antiguo responsable de seguridad del BBVA, Julio Corrochano, quien teóricamente se los resumía y enviaba a Francisco González. Una documentación en la que Abelló está considerado como el cerebro de la trama y se señalan como esenciales las reuniones que el financiero organizaba en Aranjuez y sus fincas de Toledo. En ellas, incluso, se habría alojado el Rey Juan Carlos, a quien se intentó unir por la vía de la cercanía al asalto de Sacyr contra el banco..
La información publicada por Moncloa.com recoge también cómo Villarejo, supuestamente por orden de Corrochano, obtuvo información sobre la vida privada de Abelló, así como sobre sus problemas fiscales.
Reuniones falsas
Unas informaciones que, por ahora, no van a obtener contestación por parte del empresario. Fuentes cercanas al mismo explican que está tranquilo y estudiando todo lo publicado. Por tanto, no va a tomar ninguna decisión en torno a posibles demandas legales por el espionaje al que fue sometido.
No sólo eso, es que en su entorno aseguran que en la documentación conocida estos días hay numerosos datos que no son reales. Sostienen que figuran reuniones que jamás ha mantenido, viajes que nunca ha hecho, o supuestos asesores que nadie conoce en el entorno del financiero; ni siquiera él mismo.
Ponen, como ejemplo, la figura de José Félix González Salas, quien supuestamente era su asesor fiscal. Algo que, al parecer, no es así. “No lo conoce nadie” aseguran las fuentes consultadas. Lo mismo ocurre con un viaje a Zurich a la sede de Morgan Stanley; un encuentro que -al parecer- tampoco se habría producido.
A la espera para denunciar
Al parecer, numerosos afectados por las escuchas son de la misma opinión que el empresario. Son muchos de los aludidos los que aseguran que muchos de los datos aparecidos en los informes no son totalmente ciertos, por no decir que directamente son rotundamente falsos.
En el entorno de Abelló optan por no dar más detalles, pero explican que el empresario prefiere esperar a que se conozca toda la información y, sólo después, decidirá qué opciones tomar. Tanto contra el excomisario como contra la entidad si fuera necesario.