Uno de los dichos populares más frecuentes cada vez que hay huelga del Taxi es que cada una de ellas es una enorme campaña de publicidad para la competencia. ¿Pero qué hay de cierto en eso? Mucho, al parecer.
Uber no ofrece a los medios ningún dato oficial y se limita a señalar que algunos han utilizado datos de ránking de apps, sin especificar cuales ni si dichas cifras son correctas. El Mundo ha hablado, por ejemplo, de un alza hasta las 11.000 descargas diarias, lo que supuestamente supondría multiplicar por más de cuatro los registros habituales.
Cabify no ofrece números pero, según fuentes de la compañía, la media de descargas diaria de la aplicación de Cabify en España, que ha ido aumentando progresivamente, ha llegado a multiplicarse por tres durante estas jornadas de huelga. Actualmente, Cabify ocupa en Android, el sistema operativo más usado de España, la primera posición en la categoría de “mapas y navegación”. Uber ocupa el segundo puesto. MyTaxi está en otra categoría, “viajes y guías”, justo por encima de BlaBlaCar.
¿Afecta al carsharing?
Por su parte, las compañías de carsharing que operan en la capital consideran “difícil valorar de forma aislada la influencia que las movilizaciones” han tenido sobre su servicio, en palabras de Wible. Desde Emov explican que la compañía “está permanentemente creciendo en volumen” y no creen que la guerra del Taxi haya influido de forma importante.
En el caso de Car2go, opinan que sus usuarios “disponen de una gran oferta y de diversas opciones de movilidad” por lo que la huelga de taxistas no ha representado un “aumento” en el número de viajes. Aunque Zity describe que “el impacto no ha sido tan significativo”, han detectado “un aumento del tiempo de alquiler de un 6%”. “En concreto vemos que ese aumento se lleva a cabo entre las 9 y las 11 de la mañana, por lo que podemos intuir que es el usuario profesional y por motivos laborales quien ha recurrido al carsharing”, precisa la compañía.
La otra cara de la moneda
Sin embargo, las buenas noticias que se acumulan en Madrid, donde algunos taxis han vuelto a trabajar y donde la Comunidad de Madrid y la Delegación de Gobierno han dejado claro que no se dejarían llevar por la presión de los conductores, no se replican en Cataluña.
Tras la aprobación del decreto Calvet en Cataluña, que está forzando a los tenedoras de licencias VTC a anunciar despidos colectivos a sus empleados, estas compañías han intentado explicar por qué se han visto obligadas a adoptar medidas tan radicales.
Estas compañías, forzadas a la precontratación con una hora de antelación, explican que el 98.5% de los viajes que realizan actualmente están por debajo de los 15 minutos de espera, que el 90% de los viajes están por debajo de los 8 minutos de espera y que sólo el 3% de las peticiones actuales son bajo reserva. Es la única modalidad que permite solicitar con más de 15 minutos de antelación.
La precontratación es vista como anatema por las VTC, que insisten en que de la totalidad de viajes cancelados por los usuarios con una causa seleccionada, el 60% están directamente relacionadas con el tiempo de espera y que en un escenario con un tiempo de espera superior a 7 minutos de media, este indicador se convierte en el atributo peor valorado por los usuarios.
Las VTC están convencidas de que los usuarios no van a esperar una hora, ni en Barcelona ni en ninguna ciudad donde se ponga en marcha la contratación anticipada. Según sus datos, entre los factores de elección de una app de movilidad, la rapidez con la que llega el vehículo es el tercero más valorado por los usuarios, después de la seguridad y del precio. Simplemente, no pueden operar el negocio que han montado, le guste o no al taxi, bajo condiciones diferentes.