Volvo Car Corporation registró un beneficio neto de 940 millones de euros durante 2018, lo que supone una disminución del 4,3% si se compara con las cifras de 2017, según informó la empresa.
La rentabilidad de Volvo Cars durante el ejercicio que acaba de terminar se vio mermada por factores externos como los aranceles comerciales y por el incremento de la competencia de precios en diferentes mercados.
El presidente y consejero delegado de la entidad, Hakan Samuelsson, afirmó que los resultados de 2018 están en línea con las previsiones corporativas, aunque no encajan totalmente con las ambiciones a largo plazo de Volvo Cars.
La cifra de negocio de la compañía automovilística se situó en 24.293 millones de euros en el conjunto del ejercicio pasado, lo que se traduce en una subida del 21,1% si se compara con 2017.
Además, el beneficio operativo de la firma creció un 0,9%, hasta los 1.363 millones de euros, mientras que las matriculaciones mundiales de la empresa se situaron en 642.253 unidades, un 12,3% más.
El beneficio bruto de explotación (Ebitda) creció un 9,3%, hasta los 2.749 millones de euros, por la venta de activos a Polestar por 115 millones de euros.
Entre octubre y diciembre del año pasado, Volvo Car Corporation contabilizó un beneficio neto de 297 millones de euros, un 4,3% más, con una cifra de negocio de 7.021 millones de euros, un 19,8% más.