WiBLE suma 70.000 clientes en 7 meses y prevé ampliar sus zonas de actuación
Actualmente, la empresa ya actúa fuera del círculo de la M-30.
7 febrero, 2019 13:19Noticias relacionadas
Los continuos protocolos anticontaminación y las restricciones al tráfico están haciendo que WiBLE crezca como la espuma. La empresa de carsharing impulsada por Kia y Repsol ha alcanzado los 70.000 clientes en su séptimo mes de funcionamiento en la capital y sus coches han recorrido "más de cuatro millones de kilómetros", ha desvelado su CEO, Javier Martínez.
Este auge ha sido propiciado, entre otras cosas, por la expansión de la empresa a zonas en las que hasta hace poco no actuaba la competencia. Y es que su ámbito de actuación se extiende fuera del círculo de la M-30. Estas zonas, según explica Martínez, contaban con una "gran demanda" que WiBLE, gracias a su autonomía, podía atender.
La empresa presta servicio en el norte de Madrid (Mirasierra, Las Tablas, Sanchinarro y La Moraleja y dos zonas de freefloting en Alcobendas), en el este (abarca todo el perímetro limítrofe con la calle Arturo Soria hasta la calle Alcalá y los barrios de Concepción y Quintana) y en el oeste (Ciudad Universitaria). Sin Embargo este territorio pronto se quedará en nada porque la empresa ha empezado el año con la vista puesta en ampliar todavía más sus zonas de actuación, según ha explicado.
De las afueras al centro de Madrid
El objetivo de WiBLE es "acercar el carsharing a todas las personas que vienen de fuera y quieren ir más allá”, ha manifestado Martínez. Y lo está haciendo. La empresa cuenta con bases interurbanas en Villaverde, Las Tablas y Pozuelo “en las que los usuarios pueden dejar su coche privado y coger un WiBLE para entrar en el centro de Madrid”, explica. Además, permite a los usuarios utilizar estos puntos como parkings disuasorios ante los protocolos de contaminación.
La empresa también facilita el aparcamiento a los conductores de sus coches en el centro de la capital. Cuenta con una red de 9 parkings privados operativos, ocho de ellos distribuidos por el centro de la ciudad, en los que “los usuarios pueden aparcar el WiBLE que estén utilizando sin pensar en la complejidad de algunas zonas de aparcamiento o coger uno de los que estén disponibles”, señala.