Onur Genç, flamante consejero delegado del BBVA, ganará más que su presidente, Carlos Torres. En concreto, algo más de 3,4 millones de euros frente a los 2,4 millones de euros que percibirá como salario fijo en metálico el presidente de la entidad. Un desfase que tiene su explicación en que el turco no ha cerrado que el banco haga una aportación anual a un plan de pensiones, por lo que percibirá mayor retribución.
En concreto, el salario de Genç constará de un fijo anual de dos millones 179 mil euros. A ellos hay que sumarle otros 653.700 euros (el 30% de su sueldo) como compensación a la no aportación del plan de pensiones, y otros 600 mil euros en concepto de desplazamiento.
Una cifra a la que hay que sumar el variable que contempla el puesto de consejero delegado, y que está ligado a distintas cuestiones de negocio. Eso sí, supeditado a que la entidad logre los requisitos de capital que se fije anualmente.
El caso de Torres
Tras convertirse en número dos del BBVA, Genç verá incrementado su salario fijo en un 41% respecto a su puesto como máximo responsable de la filial de Estados Unidos, BBVA Compass. Allí ganó en 2018 un total de 2,2 millones de euros fijos y otros 376 mil euros como retribución variable por su condición de expatriado en Estados Unidos.
En el caso de Torres, su salario anual asciende -como hemos señalado- a algo más de 2,4 millones de euros al año. Al contrario de lo que ocurre con Genç, el presidente sí que cuenta con una aportación al plan de pensiones que asciende a 1,6 millones de euros anuales. A cierre del pasado ejercicio tenía acumulado en sistemas de ahorro algo más de 18,5 millones de euros.
Al salario fijo del presidente hay que sumarle, al igual que ocurre con el consejero delegado, el variable que pueda acumular en función de los objetivos. Sólo en 2018 Torres se embolsó, en su calidad de número dos, otros 2,3 millones de euros en variable. En total, lograba ingresar en su último año como consejero delegado 3,2 millones de euros.
Se puede decir, por tanto, que la diferencia salarial entre Torres y Genç vendrá fijada por las retribuciones variables que puedan obtener, así como por otros conceptos en virtud de dietas y otros complementos que puedan percibir.
El informe de gobierno corporativo que publicaba el BBVA deja claro que, como ocurría hasta ahora, todos los variables están sometidos a cláusulas de clawbak y malus, es decir, que podrían recuperarse o reducirse si hubiera un mal desempeño en las labores de ambos.
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