Air France-KLM cerró 2018 con un beneficio neto atribuido de 409 millones de euros, lo que supone multiplicar por 2,5 veces las ganancias contabilizadas un año antes, pese al impacto negativo de las huelgas registradas en el primer semestre, que cifró en 335 millones de euros.
El grupo franco-holandés, que para aplicar las nuevas normas contables ha reformulado sus cuentas de 2017 marcadas por gastos extraordinarios de los planes de pensiones de sus trabajadores, incurrió en unas pérdidas de 218 millones de euros en el último trimestre de 2018, un 76,5% menos.
Durante 2018, Air France-KLM elevó un 2,5% sus ingresos hasta los 26.512 millones de euros, frente a los 25.864 millones de euros contabilizados un año antes en un año en el que rebasó la barrera de los 100 millones de pasajeros. En el último trimestre del año, aumentó un 4,1% su facturación, hasta los 6.536 millones de euros.
Los ingresos por pasaje y carga aumentaron 4,1% a tasas de cambio constantes para alcanzar 22.900 millones de euros impulsados por el aumento de capacidad, mientras que el volumen de negocio de mantenimiento a terceros creció un 11%.
El resultado de explotación del ejercicio cayó un 30,7%, hasta los 1.332 millones de euros en 2018, un descenso de 591 millones, lastrado por los costes de las huelgas de sus trabajadores y por el precio del carburante. De su lado, el beneficio operativo antes de impuestos (Ebitda) alcanzó los 4.217 millones de euros, un 11,5% menos que en 2017.
La presidenta del consejo de administración de Air France-KLM, Anne-Marie Couderc, ha celebrado especialmente que ayer mismo la mayoría de los pilotos de Air France respaldaran el acuerdo pactado con la dirección que sella la paz social para una nueva etapa, en la que el grupo ha simplificado su cartera de marcas con sus primeros ajustes en su red y flota.
La compañía ha creado un nuevo comité para determinar la dirección estratégica de todas las líneas aéreas y unidades de negocios del grupo, presidido por el primer ejecutivo Benjamin Smith, del que formarán parte Pieter Elbers (CEO de KLM), Anne Rigail (CEO de Air France) y Frédéric Gagey (director financiero de Air France-KLM). Además ha decidido simplificar sus procesos operativos.
"Estos avances son un primer paso para reclamar una posición de liderazgo en Europa y en el mundo", ha afirmado.
Resultado dispar por compañías
Por compañías, la matriz Air France registró un resultado de explotación de 266 millones de euros en 2018, un Ebitda de 2.107 millones de euros y unos ingresos un 1,2% mayores, hasta 16.073 millones de euros.
Su filial Transavia, que aumentó un 10% su tráfico de pasajeros, aumentó un 12,2% más su facturación, hasta los 1.611 millones de euros, y situó su resultado de explotación en 139 millones de euros, 21 millones más.
El desarrollo de Transavia siguió su aceleración con un 8,4% más de capacidad, gracias al impulso de su oferta en el último trimestre del año (+14,4%).
De su lado, KLM logró un resultado de explotación de 1.073 millones de euros, un 6% menos, sumó unos ingresos de 10.955 millones de euros (+5%) y alcanzó un Ebitda de 2.105 millones de euros, 41 millones de euros más.
Por el lado de los costes, registró unos gastos de 21.999 millones de euros, un incremento del 4,4%. La factura de carburante, incluida la cobertura, ascendió a 4.958 millones de euros, un aumento de 451 millones de euros (665 millones de euros a tipo constante).
A cierre de 2018, la deuda neta del grupo asciende a 6.164 millones de euros, lo que supone un 3% menos que hace un año. El radio deuda neta/Ebitda es de 1,5 veces (vs 1,3 veces en 2017).
Previsiones para 2019
Air France-KLM señala que el contexto actual sigue siendo incierto ante el entorno geopolítico actual y las tendencias de los precios del combustible.
En 2018, el grupo planea aumentar la capacidad en un 2% frente al 3% aplicado en su red a lo largo del año 2018. Sin embargo, el ritmo de crecimiento de Transavia continuará a buen ritmo entre un 9% y un 11% para este año.
El grupo ha señalado continuará vigilando su factura de carburante. Espera que esta partida para todo el año aumente en 650 millones de euros frente a 2018, hasta los a 5.600 millones de euros. Asimismo, espera situar el ratio de su nivel de apalancamiento por debajo de 1,5 veces deuda/Ebitda.
En base a sus datos, anticipa que las reservas a largo plazo los niveles son estables, lo que supone una orientación positiva para Semana Santa y el comienzo del verano.
El grupo se ha marcado como objetivo cerrar 2018 con un flujo de caja positivo --antes de adquisiciones y ventas--. Además, cuenta con un plan de inversión a largo plazo con un presupuesto de entre 2.000 y 2.500 millones de euros.