Ryanair prevé crecer un 3,5% en España en 2019, hasta alcanzar los 51,2 millones de pasajeros durante su próximo año fiscal (comienza en abril), un incremento más moderado que en las temporadas anteriores, y por debajo del crecimiento del 8% previsto en el conjunto de Europa, que lleva a la compañía incluso a plantearse el reajuste en las bases, por razones comerciales ante la actual coyuntura.
Este crecimiento moderado del 3,5% contrata con el incremento registrado en el año fiscal anterior que fue del 10,7% en el que alcanzaron los 49,5 millones de pasajeros.
El director general de Marketing de la aerolínea, Kenny Jacobs, presentó hoy en Madrid el calendario de invierno de la compañía para Madrid que incluye 45 rutas en total, 2 nuevas conexiones a Atenas y Kiev, un nuevo servicio de invierno a Milán-Malpensa y el incremento de frecuencias a destinos como Copenhague, Oporto o Praga.
La compañía mantiene su apuesta por el aeropuerto madrileño y espera transportar 6,5 millones de pasajeros al año en Madrid-Barajas, uno de los pilares de su negocio en España, no obstante alerta que la situación de incertidumbre del sector (Brexit y petróleo), podría provocar que se plantee la reorganización de bases en nuestro país.
"Podría ser posible que por razones comerciales nos planteáramos el cierre de bases. No solo en España sino en cualquier otro lugar de Europa. La opción más probable es que se baje la capacidad, y se que realicen recortes antes de llegar a cierres completos de bases", explicó el directivo.
Jacobs ha explicado que de cara al invierno seguirán apostando por el crecimiento sobre todo en Francia donde ya han abierto varias rutas y están ampliando frecuencias como en Toulouse que conectan con Alicante, Málaga y Valencia; así como en Europa Central y en Italia. También en mercados con importantes crecimientos turísticos como Grecia o Turquía, destinos competidores de España.
Verano sin huelgas pero con retrasos
De cara a verano, la compañía espera que sea "tranquilo", para el que ya ha vendido el 20% de sus vuelos, tras los acuerdos alcanzados con los sindicatos de pilotos y tripulantes de cabina (TCP) en diferentes países europeos. No obstante, advierte de que se pueden incrementar los retrasos debido sobre todo a la falta del personal en el control aéreo europeo que provocará un empeoramiento de la situación, e incluso, cancelaciones.
La compañía se ha comprometido a mantener una puntualidad del 90% en sus vuelos cada mes. De no lograrlo se ofrecerá un 5% de descuento en las tarifas del mes siguiente, conforma a las medidas de su plan 'Siempre Mejorando'.
Jacobs ha afirmado que el alto precio del carburante, sumado a las tarifas más bajas, acelerará las bancarrotas de las aerolíneas y consolidará el sector con una reorganización del mismo.
Sobrecapacidad en el sistema
Las más afectadas, según Jacobs, serán las pequeñas o medianas compañías que se verán abocadas a su desaparición o integración dentro de otras más grandes. En su opinión, existe una sobrecapacidad en el sistema y eso ha provocado una reducción de precios y ha obligado a muchas compañías a reajustarse.
En esta línea, estima que hay "incertidumbre" respecto al 10% de la capacidad del mercado, que lo más probable es que se acabe "reciclando" en otras aerolíneas.
Además, la compañía alerta del aumento del riesgo de un 'Brexit' sin acuerdo, conforme se acerca la fecha del 29 de marzo, que afectará de forma importante a muchas compañías en Europa, aunque confía en que el tiempo de seis meses ofrecido por la Unión Europea permitirá ajustarse a la nueva situación.
Por otro lado, confirmó que el acuerdo con Air Europa se encuentra en estos momentos parado "por razones comerciales" aunque Ryanair se muestra abierta a que pueda relanzarse en un futuro, e incluso a llegar a acuerdos con otras aerolíneas.
"Se ha parado hace un par de meses porque no había una demanda espectacular y ambas compañías teníamos otras prioridades a nivel digital", justificó el directivo argumentando los problemas de integración del sistema de reservas.