El ministro de Finanzas holandés, Wopke Hoekstra, se reunirá con su homólogo francés el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, para analizar el futuro de Air France-KLM tras la tensión surgida en París por la irrupción por sorpresa de Países Bajos en el capital del grupo franco-holandés, con una participación del 12,68%.
El presidente francés, Emmanuel Macron, pidió el pasado miércoles a Países Bajos que explique por qué había comprado una participación en el grupo sin informar a la administración ni a las autoridades francesas. De su lado, el ministro holandés de Finanzas, Wopke Hoekstra, reconoció que la entrada en el accionariado fue "poco ortodoxa", pero abogó por analizar el futuro del grupo aéreo en bloque.
La compra de acciones comenzó el pasado 20 de febrero y el objetivo de Países Bajos es elevar su participación en la línea franco-holandesa hasta el 14,29%, igualando de esta forma el peso accionarial que ostenta actualmente Francia. Por detrás, se sitúan China Eastern Airlines y Delta Air Lines, con sendas participaciones del 8,76%.
El Ministerio de Finanzas de Países Bajos ha justificado su decisión debido a que el aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol y su principal usuario, KLM, son de "gran importancia" para la economía del país.
No obstante, la entrada en el capital se ha producido justo cuando el grupo preparaba sus compromisos con el Estado holandés para fortalecer el desarrollo del hub de KLM en Ámsterdam y mantener su independencia.