Vodafone España espera que su larga travesía en el desierto comience a terminar en su año fiscal 2019-2020, según consta en la documentación elaborada por la compañía para justificar el ERE que hace unas semanas cerró en 1.000 despidos y la posibilidad de otras 150 salidas por prejubilaciones.
Las previsiones a las que ha tenido acceso EL ESPAÑOL indican que se prevé lograr el Ebit positivo -resultados operativos netos antes de impuestos- a contar el próximo año fiscal, que comienza en abril de 2019 y termina en marzo de 2020. Ello, después de que las sinergias del ERE y la reestructuración comiencen a tener efecto en las cuentas, al mismo tiempo que se empiecen a notar los ahorros por la factura del fútbol.
El propio CEO de la compañía Antonio Coimbra ha reconocido en varias comparecencias de prensa que lo mejor para la operadora está por venir y que el nuevo plan estratégico, sumado a la reestructuración de la compañía comenzarán a dar sus frutos económicos a partir de la segunda parte de este año, aunque se ha negado a dar previsiones concretas respecto de los números reales de sus previsiones.
Ebit negativo tras comprar Ono
Este Ebit positivo se basa en un duro ajuste de costes, fruto de la reestructuración y el mantenimiento de los ingresos en niveles aceptables. Esto permitiría que por primera vez desde que la compañía compró Ono -a mediados de 2015- tener beneficios operativos netos en sus cuentas. Para muchos el comienzo de los problemas de Vodafone fue precisamente tras adquirir esta operadora por 7.200 millones de euros.
Las cifras de los informes anuales de Vodafone España reflejan que hasta ahora ningún año se han logrado cifras positivas sumando Vodafone España y Vodafone Ono. Al cierre del ejercicio 2015, en marzo de este año, la compañía registró un Ebit de negativo de 286,8 millones de euros, arrastrando en sus cuentas tres meses con Ono.
En el caso del ejercicio 2016, terminado en marzo de este año, la suma de los resultados de Vodafone España y Vodafone Ono fue un Ebit negativo de 407,9 millones de euros, mientras que el cierre en marzo de 2017 fue de -68,2 millones y al 31 de marzo de 2018 fue negativo en 123 millones de euros.
Resultados de 2019-2020
En el caso del cierre del ejercicio fiscal -que se acaba en marzo de 2019- los resultados definitivos se conocerán al cerrar este mes, pero los ingresos que se han registrado hasta el momento hacen prever que volverá a cerrar con resultados operativos netos negativos.
En los primeros seis meses de su año fiscal la compañía ingresó 2.205 millones de euros, un 4,7% menos que igual periodo del año fiscal anterior. Esto se tradujo en que el Ebit cerrase en 88 millones negativos al cerrar el periodo. Si le sumamos los ingresos del tercer trimestre, se aprecia una caída del 7,4% tras ingresar 1.055 millones de euros.
El plan de Antonio Coimbra pasa precisamente por adaptarse al nuevo contexto competitivo. Según ha informado EL ESPAÑOL, el objetivo es redimensionar su estructura a los nuevos tiempos y poder competir en el segmento de bajo coste, sin dejar de lado al cliente de alto valor, hasta ahora el principal objetivo de la compañía. Un plan que, según las fuentes consultadas, está por encima de la guerra comercial y de su apuesta por renunciar a emitir el fútbol.
El plan de Coimbra
Como ya contó este diario, todos estos esfuerzos pasan por la simplificación de la estructura de la compañía y de la incorporación de los servicios en menos áreas estratégicas y zonas geográficas. Los servicios de operaciones y trabajos en la red se integrarán en la división de tecnología y se racionalizará la relación con los proveedores técnicos y de servicios de atención al cliente.
En paralelo se seguirá haciendo crecer la marca Lowi con nuevas ofertas para continuar la línea ascendente que le ha permitido ser una de las enseñas que más portabilidades ganó el año pasado. Del mismo modo, se está preparando un plan para reforzar Vodafone Bit, la marca que lanzaron el año pasado para contrarrestar a O2.