Dia no lo va a tener tan sencillo para sacar adelante la ampliación de capital y contar con el aseguramiento de Morgan Stanley. El banco exige a la cadena de supermercados una serie de condiciones que debe cumplir para tener su apoyo. ¿La más importante? Haber logrado reducir su deuda hasta niveles de 2,25 veces Ebitda, un ratio que actualmente es casi el doble.
La reducción es condición inexcusable y depende del acuerdo con los bancos que, por ahora, parece haberse alcanzado. Ahora bien, para que Morgan Stanley asegure los 600 millones de euros de la ampliación, Dia debe lograr también que la banca tenga liquidez para financiarse durante 18 meses. Los vencimientos de cara a los próximos dos años deben ser de 25 millones de euros.
Por otro lado, todo queda condicionado a que no se descubran nuevas irregularidades en Dia dentro del proceso de due dilligence que se lleva a cabo. El consejo de administración confía en que no aparezcan nuevos casos tras los aparecidos en España y Brasil y que afectaron a las cuentas del 2017 que tuvieron que ser reexpresadas.
Unas condiciones que se han conocido en la respuesta que Dia ha dado a las preguntas hechas por LetterOne a una semana de la junta de accionistas. En ellas se puede leer, además, que el consejo de la cadena seguirá reforzando los controles internos para evitar que se puedan repetir casos de corrupción interna.
Con esa respuesta da solución a una de las preguntas planteadas por el fondo de Mikhail Fridman, quien también pregunta por los motivos por los que la ampliación de capital obliga a reducir el nominal de las acciones a 0,01 euros. Se trata de otra de las condiciones de Morgan Stanley, aunque el consejo explica que se trata de algo habitual en operaciones de empresas que tienen un patrimonio neto negativo y requieren de una operación acordeón para evitar la quiebra.
El acuerdo con Morgan Stanley estará vigente hasta el 31 de mayo de 2019 o, en su caso, hasta que tras la ampliación de capital de 600 millones alguien tenga el control del 50% de las acciones o la capacidad suficiente para nombrar a la mayor parte del consejo de administración.