Las posturas entre Caixabank y los sindicatos siguen muy alejadas. Tanto que nada hace vislumbrar un acuerdo a corto plazo entre ambas partes. Ante esta situación, y tras nueve reuniones, el banco ha anunciado que abre el proceso de negociación formal de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a 2.157 personas.
Así lo ha comunicado la entidad a los representantes de los trabajadores, lo que significa que en el plazo de un mes debe haber acuerdo o, de lo contrario, el ERE dejará de ser voluntario y pasará a ser forzoso. Una decisión que ha sido muy criticada por los representantes de los trabajadores, que la ven como una "provocación", tal y como ha indicado en su Twtitter el sindicato Comisiones Obreras.
Caixabank ha insistido ante los trabajadores en la necesidad de aplicar la movilidad de algunos trabajadores una vez que concluya la reestructuración de la red de sucursales. La intención es cerrar 831 oficinas para abrir 300 Store, por lo que algunos de los empleados tendrán que ser reubicados.
Voluntariedad
Según el protocolo que Caixabank ha entregado a los trabajadores la intención es que se haga de forma voluntaria, pero si no los hubiera plantea la posibilidad de que sean forzosos. Eso sí, incorpora limitación temporal y geográfica.
Los representantes de los trabajadores también han conocido los planes de Caixabank para reforzar el servicio inTouch de gestores virtuales. El objetivo es destinar a 2.000 trabajadores a este servicio.
Los representantes de los trabajadores quieren que se traslade a ese servicio a parte de las 2.157 personas que pasarían a formar parte del ERE. ¿Objetivo? Reducir el número de salidas.
La próxima reunión se celebrará el próximo 21 de marzo y habrá otras dos reuniones más antes de que comience el 1 de abril el período formal de negociación que fija la Ley.
Ambas partes esperan conseguir el acuerdo antes de que termine el plazo legalmente establecido.