El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha explicado que en el nuevo equipo que formó a su llegada a la presidencia del grupo BFA-Bankia el 9 de mayo de 2012 prescindió del exdirector financiero Ildefonso Sánchez Barcoj y del exdirector de auditoría interna Miguel Ángel Soria debido a que el resultado de su actividad anterior en "no era como para seguir confiando en ellos".
Así lo ha indicado durante su comparecencia como testigo este miércoles en el juicio por la salida a Bolsa de Bankia en julio de 2011 que se celebra en la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares (Madrid), donde por contra ha resaltado la "profesionalidad" del exconsejero delegado de la entidad Francisco Verdú Pons y del exinterventor general Sergio Durá, a quienes sí mantuvo en su equipo.
Según ha explicado, Barcoj y Soria ocupaban puestos de gran confianza y tenían "unos conflictos de intereses que era mejor que para la nueva etapa no siguieran colaborando", en el sentido de "haber vivido una historia" de la que Goirigolzarri no quería ninguna influencia para la nueva etapa.
"Me parecía que habían ocupado puestos de gran responsabilidad y que eran unas personas cuyo resultado no era como para seguir confiando en ellos", ha reconocido el actual presidente de la entidad.
Por el contrario, Goirigozarri ha explicado que Verdú era una persona a la que conocía desde hacía muchos años y por la que tenía y sigue teniendo "un extraordinario respeto por su capacidad profesional".
"En mis primeros días de actividad, él entendía qué era el negocio y para nosotros y para mí, en lo personal, fue de una extraordinaria ayuda, porque fue el que nos permitió ir muchísimo más rápido para entender cómo funcionaba Bankia y cómo funcionaban las personas. El señor Verdú, durante el tiempo que estuvo, fue de una ayuda extraordinaria", ha asegurado.
En cuanto a Sergio Durá, que continúa actualmente en la entidad y mantuvo el cargo de interventor general hasta el pasado mes de enero, ha indicado que su currículum era "excelente", no estaba en Bankia durante el periodo en que salió a Bolsa y "era muy independiente", al no tener ninguna relación con las antiguas cajas. "Era un profesional que reunía todas las características. Seis años después he podido confirmar que lo que pensábamos es cierto", ha afirmado Goirigolzarri.
Para conformar el nuevo equipo, el directivo ha explicado que durante la etapa de expansión latinoamericana de BBV y BBVA tuvo que gestionar más de una decena de casos de bancos con problemas de viabilidad. "De ahí aprendí una lección muy clara, que había que incorporar un equipo muy corto en posiciones clave pero que no era bueno un desembarco generalizado", ha señalado el presidente del banco, quien estaba "convencido" de que en una población de 20.000 empleados "tenía que haber talento al que darle oportunidades".
Su llegada a la presidencia
Según ha explicado Goirigolzarri, que antes de llegar a Bankia fue consejero delegado de BBVA, su incorporación al grupo se produjo a partir de una llamada del entonces presidente de Bankia, Rodrigo Rato, quien le ofreció sustituirle.
En concreto, tuvo tres conversaciones con Rato. Una primera (cuya fecha no recuerda) en la que le ofreció ser consejero y que rechazó porque se encontraba en un periodo de no competencia de BBVA, una segunda un par de semanas antes de su incorporación definitiva, en la que le ofreció ser consejero delegado, y la tercera el 7 de mayo de 2012 en la que aceptó ser el presidente del grupo, para finalmente ser nombrado dos días después por el consejo de BFA y el consejo de Bankia.
"Fue una conversación bastante escueta y corta. Lo que me viene a decir es que interpreta que se ha acabado una etapa y que tiene que comenzar otra etapa dentro de Bankia, que por las características profesionales y mi experiencia en el sector cree que soy la persona adecuada para pilotar esa segunda etapa", ha relatado.
Además, el día 8 de mayo tuvo conversaciones "cortas" con miembros del Banco de España, del FROB y del Ministerio de Economía. "Cuando realmente entramos a trabajar fue el día 10, después de que se celebrasen los consejos y yo fuera nombrado formalmente presidente", ha asegurado.
De esta manera, Goirigolzarri llegó a la presidencia de Bankia con dos objetivos "concretos y urgentes": tener unas cuentas de 2011 auditadas y presentar al Banco de España un plan de capitalización y saneamiento que le había sido solicitado por carta.
Cuestionado sobre por qué algunos consejeros se opusieron a su nombramiento como presidente, Goirigolzarri ha distinguido los casos de Bankia y de BFA. "En el caso de Bankia, la aprobación de mi nombramiento como presidente fue por unanimidad. En BFA, por contraposición, hubo dos consejeros que se abstuvieron y comentaron que no estaban de acuerdo con todo el proceso que se había producido para el cambio de un presidente por otro, aunque no tenían ninguna duda sobre el perfil profesional de mi persona", ha asegurado.
Pidió la dimisión de todo el consejo
Cuando el 25 de mayo se reformulan las cuentas de 2011, Goirigolzarri pidió a todos los consejeros de BFA-Bankia su dimisión, pues él no podía cesarlos. "Me parecía que en esta nueva etapa que comenzábamos teníamos que cambiar el consejo. Me parecía fundamental enviar ese mensaje claro a la sociedad y al mercado de que empezábamos una nueva etapa, y desde ese punto de vista decidí que les iba a pedir la dimisión una vez aprobadas las cuentas a todos los consejeros", ha explicado.
El presidente de la entidad ha reconocido que "era un poco incómodo a nivel personal", pero que sintió que tenía la obligación de sentarse uno a uno con todos los consejeros y explicarles las razones que le llevaban a pedirles su dimisión.
En el caso de Araceli Mora, ha relatado que la exconsejera le trasladó su desacuerdo con su política, ya que consideraba que si todo el equipo de consejeros dimitía, no se diferenciaba entre los que lo hacían bien o mal.
"Ella interpretaba que pertenecía al primer grupo y esa fue la razón por la que presentó su dimisión", aunque Goirigolzarri comunicó en la reunión del consejo que fue por razones personales. "Me parecía que no era demasiado bueno para ella compartirlo en una situación de alta tensión como la que teníamos", ha reconocido.
Además, ha asegurado que esta decisión fue personal y no hubo injerencias políticas ni sugerencias de ningún tipo. "Cuando me incorporé a Bankia lo único que exigía era un mandato claro, profesional e independiente con el objetivo de maximizar el valor de los accionistas y no quería tener ningún tipo de injerencias políticas", ha explicado Goirigolzarri, quien ha asegurado que los tres ministros de Economía que ha habido en España durante el periodo en el que ha sido presidente de Bankia se han comportado "de forma absolutamente exquisita" en ese sentido.
En cuanto a la composición del nuevo consejo, Goirigolzarri ha explicado que no era gente necesariamente de su confianza y que, de hecho, no conocía a algunos de los nuevos consejeros. Para él, lo importante era que no tuvieran un pasado político y que fueran profesionales de reconocido prestigio, para lo que se sirvió de la ayuda de un 'headhunter' que fichó a personas que tenían un currículum "absolutamente impecable".
"No estaba buscando a gente de confianza, buscaba un consejo profesional y de gran independencia, que es el que tenemos ahora", ha recalcado.