Los coches ya no vienen con manual de instrucciones. Es una de las conclusiones del Ciclo Smart Mobility: tecnología y futuro del vehículo conectado, organizado por EL ESPAÑOL junto a Fundación PONS, SICE, Porsche y Help Flash. Empresas, investigadores y administración coinciden en que faltan pasos por recorrer y estos deben llevar hacia formación y regulación, sin olvidar la colaboración entre todos los agentes implicados.
Francisco Moya, gerente de medioambiente y movilidad de SICE, asegura que la compañía que representa “lleva años trabajando en la movilidad inteligente”. En este sentido, Moya explica que ya se han desarrollado “pruebas reales de vehículo conectado” pero para llegar hasta el “nivel 5”, es decir, el del coche totalmente autónomo, “hay retos de estandarización, hacen falta protocolos de comunicación, los operadores tienen que estar igual de alienados y los fabricantes de infraestructura vial también tienen que moverse hacia la estandarización”.
Una larga lista de tareas pendientes para que conducir sea relegado de obligación a afición. Jorge Costas, CEO y fundador de Netun Solutions, coincide en que las “lentitudes tecnológicas” pueden retrasar la llegada del coche autónomo, aunque considera que el verdadero problema es que “no puede haber cinco vehículos autónomos en un parque de 100 vehículos”.
“Es muy peligroso cuando no tienes la cultura de ese tipo de vehículos”, resume Felipe Jiménez Alonso, director de la Unidad de Sistemas Inteligentes en Vehículos del Instituto Universitario de Investigación del Automóvil (INSIA). El catedrático también ve como algo lejano el coche autónomo “nos da miedo montarnos en un coche autoconducido, y ya no hablemos de un avión sin piloto”.
Formación y regulación
La subdirectora adjunta de vehículos de la Dirección General de Tráfico (DGT), Susana Gómez Garrido, explica que “la tecnología ya está disponible, lo que falta es el componente humano”, algo en lo que coincide Marta Fernández de la Vega, de Made in Mobile, en representación de Porsche Ibérica. Fernández de la Vega considera que “falta evangelización y formación en cómo tenemos que ser en una ciudad donde los coches conduzcan solos”.
Gómez critica que no exista una hoja de ruta y reclama que “el Gobierno cree una secretaría de estado” para avanzar en temas de movilidad inteligente. Para Fernández de la Vega es necesario que “que igual que Porsche y otras marcas se aproximan a las start-ups, el resto de actores del ecosistema deben hablar y colaborar más”.
La concienciación y la normativa son dos de los mayores retos de la movilidad inteligente. En palabras de Felipe Jiménez Alonso, “hay que crear cultura e ir paso a paso para que el conductor tome conciencia de que esos sistemas le quitan tareas en la conducción y no le van a matar”. “Todo este nivel tecnológico tiene que ir acompañado de una normativa que permita su desarrollo”, señala Francisco Moya. “Se ha iniciado un camino en el que no hay retorno”, concluye.
El foro de EL ESPAÑOL contó con la colaboración y difusión de PONS Seguridad Vial, la Asociación Española de Renting de Vehículos (AER), la Asociación Madrileña de Distribuidores de Automóviles (AMDA), la Asociación Española de Profesionales de Automoción (ASEPA), FACONAUTO, GANVAM, HUB Movilidad Conectada, Move to Future, Plataforma de Automoción (M2F), PTCarretera, Sernauto, Salón Internacional de la Movilidad Segura y Sostenible (Trafic) y World Shopper.
Noticias relacionadas
- Emov: "La salida de Uber y Cabify no tiene por qué paralizar nuestra llegada a Barcelona"
- ElParking: “Con Madrid Central ha subido la recaudación en las zonas colindantes”
- Telefónica convertirá sus centrales en un elemento clave de su 'supernube'
- El truco sobre los radares de las carreteras: no todas las 'cajas' contienen uno
- La DGT reclama a los políticos una hoja de ruta vial que adapte la ciudad al coche conectado