Duro Felguera quiere dejar de ser roja para volverse verde, o lo que es lo mismo, apuesta por abordar la construcción y desarrollo de grandes parques de energías renovables. Una transformación que se hará de manera progresiva, pero que se recogerá en el próximo plan de negocio que se presentará a la Junta de Accionistas que la compañía celebrará en Asturias en fecha aún por determinar.
La idea del equipo directivo es mantener la apuesta por sus áreas tradicionales como el Oil&Gas, la Minería&Handling y la energía, aunque poco a poco éstas áreas deben ir reduciendo su peso en la aportación al beneficio de la compañía para dejar paso a los proyectos renovables.
El nuevo plan contemplará, además, una nueva manera de abordar proyectos. Se acabó concurrir en solitario y se buscarán alianzas que puedan permitir acceder a los concursos. ¿El objetivo? “minimizar la exposición de los mismos y la ampliación de la capilaridad comercial”, según se puede leer en el informe de gestión de Duro Felguera remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Epicom, clave de futuro
La intención del equipo directivo que lidera José María Orihuela es lograr recuperar cuota de mercado en España, pero también reenfocando la estrategia internacional de Duro Felguera. Se apostará para ello en países donde se haya tenido una “experiencia histórica positiva”, de modo que la empresa consiga enderezar el rumbo de contratación y mejore este 2019 los 78 millones de euros contratados el año pasado.
Según reconocía la pasada semana Duro Felguera, la empresa ha cerrado en los tres primeros meses del año distintos contratos, lo que apunta ya a un cambio de tendencia. En concreto, uno con ExxonMobil para el diseño, compra de materiales y fabricación de un reactor FCC de acero aleado; y un contrato con Borealis para la fabricación de una columna de separación de más de 1.000 toneladas de peso y un reactor FCC para una refinería de EE.UU.
En febrero, la compañía logró un contrato con Cepsa para la fabricación de siete recipientes a presión para su refinería de Gibraltar-San Roque. Y en marzo, ha resultado adjudicataria de dos nuevos contratos: uno con BP para la fabricación de 12 equipos de extracción de gas y petróleo en Azerbaiyán y, otro con Repsol-Petronor para su refinería en Vizcaya.
Dentro del nuevo plan estratégico jugará también un papel fundamental una de sus filiales más desconocidas: Epicom, una compañía dedicada a la seguridad y protección de las comunicaciones que tiene a la Administración del Estado como uno de sus principales clientes.
El impacto del laudo con Samsung
Se trata de una apuesta a vida o muerte tras los problemas económicos que ha vivido la compañía asturiana en los últimos meses. El 2018 cerraba con un beneficio de 99,4 millones de euros, gracias en parte al impacto que tuvo en sus cuentas el laudo ganado a Samsung en Australia.
De ese laudo Duro Felguera lograba un beneficio de 38 millones de euros que sirvieron también para que la ingeniería asturiana pudiera abandonar la situación de quiebra técnica. Ha conseguido un reequilibrar su patrimonio neto con 12,4 millones de euros frente a los 25 millones que tenía en negativo.
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