En una carta remitida a los accionistas en el Informe de Gestión Consolidado de 2018, el presidente de TelefónicaJosé María Álvarez-Pallete, ha destacado la transformación de Telefónica hacia una compañía tecnológica y “un gran distribuidor de productos y servicios digitales”. “Hoy ya estamos más cerca de ser la compañía que queremos ser que de la compañía de voz que orgullosamente fuimos”, asegura el directivo.

Álvarez-Pallete destaca el “uso pionero de la inteligencia artificial” el modelo de relación con el cliente, en sus procesos y en sus sistemas de gestión. El directivo ha querido insistir en la estrategia a largo plazo de la compañía, explicando que “estamos construyendo una empresa tecnológica para los próximos 20 o 30 años, no para el próximo trimestre ni para los dos siguientes”. 

En un entorno de cambio en el sector, Álvarez-Pallete ha querido dejar claro que Telefónica va a generar valor a largo plazo para todas las sociedades en las que opera y para los colectivos con los que se relaciona”. Para lograrlo, apunta a los requisitos en los que centrará su gestión: la confianza con todos los grupos de interés con foco especial en incrementar la satisfacción del cliente, el crecimiento inclusivo y sostenible priorizando servicios con impacto positivo en el medio ambiente, la eficiencia optimizando las capacidades, especialmente digitalizando redes y operaciones y el equipo humano cada vez más diverso y capacitado con nuevas habilidades comerciales y tecnológicas. 

El presidente de Telefónica destaca también que ese compromiso a largo plazo tendrá un efecto en el modelo de remuneración de todo el equipo de la compañía. En este sentido afirma que, a partir de 2019, “la remuneración variable estará ligada a factores como la confianza del cliente, la confianza de la sociedad, la igualdad de género y el cambio climático”, además de otros indicadores financieros tradicionalmente contemplados en el cálculo de la remuneración.

Clientes satisfechos

En la carta dirigida a los accionistas de Telefónica, José María Álvarez-Pallete destaca la importancia del ejercicio 2018 como punto de inflexión en la transformación de la compañía y recuerda que “en 2018 alcanzamos 356 millones de clientes, clientes con los que tenemos una relación de mayor valor y que cada vez están más satisfechos” y que “Telefónica es hoy considerablemente más fuerte que hace tres años”. El directivo asegura que "aunque ya hemos visto una recuperación de la cotización de nuestra acción, estamos convencidos de que tiene todavía potencial de crecimiento para que refleje el auténtico valor de su compañía". En este sentido, recuerda que los fundamentales del negocio y de gestión funcionan y son sólidos: “Crecen los ingresos, y hemos pasado a ser un negocio de datos, que ya suponen el 53% de las ventas”, explica. 

El presidente de Telefónica recuerda que la compañía mantiene un ritmo de inversión alto “para reforzar nuestras plataformas tecnológicas, que nos hacen relevantes para nuestros clientes”. Destaca que la compañía ha invertido 82.000 millones de euros desde 2012 y que esta inversión ha permitido que la compañía sea cada vez más digital: “El 65% de nuestros procesos están ya digitalizados.” También subraya que la reducción de la deuda ha sido de 12.000 millones de euros desde junio de 2016, tanto orgánicamente como a través de desinversiones de activos no estratégicos para la compañía. Álvarez-Pallete recuerda que Telefónica mantendrá “una atractiva remuneración a los accionistas con un dividendo sostenible de 0,40 euros por acción”.

Oportunidades

“Dentro de poco habrá 100.000 millones de personas y cosas conectadas, el tráfico de datos va a aumentar de forma exponencial y las infraestructuras son el corazón de esta transformación y habla de la relevancia de nuestras redes”. Así describe la importancia de Telefónica en el futuro próximo. “Se abre un mundo de oportunidades para Telefónica. Se necesitarán redes aún más rápidas, más capaces, más seguras, más simples, con menor latencia y más inteligentes”.

Para el presidente de Telefónica, “el nuevo mundo digital no debe acarrear una pérdida de derechos individuales y sociales que ya estaban asentados en el mundo analógico” y, en este sentido, recuerda que la compañía que preside ha promovido “una Carta de Derechos y Obligaciones Digitales”. Explica también que la actividad de Telefónica debe estar guiada por la confianza, una confianza que debe construirse “también con nuestros inversores y con la sociedad y que se alcanza con una gestión guiada por el respeto de los valores humanos, la protección de la privacidad, la seguridad de las comunicaciones o el uso ético de la inteligencia artificial”.