El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, pasará a la historia por ser el primero que gobernó a golpe de tweet. Por mucho que sus antecesores ya se apoyaran en las redes sociales para complementar sus estrategias de comunicación, Trump ha ido un paso más allá y no duda en utilizar su perfil en Twitter para mandar contundentes mensajes a presidentes de otros gobiernos o empresas multinacionales.
La última víctima de su peculiar estrategia de comunicación ha sido el fabricante aeronáutico Boeing y su modelo 737 MAX, que sufrió dos accidentes mortales en cinco meses lo que obligó a las autoridades de seguridad aérea a prohibir su vuelo hasta que realizara una serie de mejoras. Pues bien, ni corto ni perezoso, Trump ha ofrecido una estrategia para salir de esta crisis a la compañía estadounidense desde su perfil de Twitter.
El presidente de los Estados Unidos, ha lanzado la siguiente propuesta a Boeing: "¿Qué se yo de marcas? Seguramente nada (pero he conseguido llegar a presidente de los Estados Unidos). Si yo fuera Boeing, arreglaría el 737 MAX, le añadiría nuevas funcionalidades y le cambiaría su marca con un nuevo nombre. Pocos productos han sufrido como este pero, una vez más, ¿qué demonios sé?"
Otros tweets de Trump sobre la crisis del 737 MAX
El presidente Trump fue uno de los encargados de echar más gasolina al fuego con un polémico tweet en el que afirmaba que los aviones actuales eran "demasiado complejos de pilotar" a las pocas horas de que comenzara la crisis del 737 MAX.
En esta ocasión, Trump mostró su disconformidad con la complejidad que, a su entender, tenían los aviones modernos a la hora de ser pilotados y criticó que, en lugar de pilotos, los aviones ahora necesitaban científicos de datos.
En Estados Unidos es conocida la buena relación que el presidente Trump tiene con Dennis Muilenburg, CEO de Boeing. Tanto es así que en la primeras horas de la crisis, cuando las autoridades estadounidenses no habían decidido dejar en tierra aún a los 737 MAX, Muilenburg telefoneo a Trump para intentar que EEUU no prohibiera volar a estos aviones. Desde Boeing señalaron que en la llamada Muilenburg sólo reiteró la posición de la empresa de que "el MAX es un avión seguro".
En su momento, un portavoz de la compañía estadounidense confirmó la llamada al New York Times, pero no ofreció detalles sobre quién solicitó la llamada o cualquier otra información.
Boeing encara semanas claves en esta crisis para conseguir que los 737 MAX vuelvan a volar. En el caso de que entre las medidas que tome decida llevar un rebranding a su aeronave, habrá que estar atentos al Twitter del presidente Trump. Seguro que tiene algo que decir sobre el nombre elegido.