Los bancos españoles no están dispuestos a quedarse de brazos cruzados ante la llegada de las big tech al sector financiero. Parecen decididos a defenderse con uñas y dientes ante lo que hasta ahora eran meras intenciones pero que, poco a poco, se van materializando en proyectos concretos.
¿Cómo quieren hacerlo? A través del bien más preciado que tienen este tipo de compañías: los datos. Ha sido el presidente de la patronal bancaria (AEB), José María Roldán, el que ha desvelado la estrategia.
En concreto, los bancos quieren que los Google, Facebook, Amazon, Apple (los GAFAs) o empresas como Telefónica y Orange, les permitan acceder a toda la información que tienen de sus clientes, con el permiso de estos.
De lo que se trata es de que haya igualdad de condiciones. “Estamos de acuerdo en que haya open banking, pero también debe haber open big tech”, explica el presidente de la patronal.
La PSD2, clave
Roldán recuerda que desde la entrada en vigor de la normativa europea PSD2, los bancos se han visto obligados a compartir los datos de sus clientes, así que ahora les toca a ellos ser correspondidos: “queremos tener también acceso a la información que otros tienen de los suyos”, sentencia el presidente de la AEB.
Aunque no es demasiado conocido por el gran público, es cierto que los bancos deben permitir a otros bancos, telecos, fintech o tecnológicas el acceso a sus ficheros. El caso más práctico es el de las apps que ayudan a la gestión de los gastos (como Fintonic) y que monitorizan las cuentas de los usuarios. Ese acceso se hace a través de APIs (interfaces de programación de aplicaciones) desarrolladas por los propios bancos.
Desde la patronal bancaria insisten en que no se trata de miedo a los gigantes tecnológicos, sino todo lo contrario. De lo que se trata, dice Roldán, es de que “haya las mismas normas para todos”.
Algunas iniciativas
Esta ofensiva de los bancos se produce después de los últimos movimientos que hemos visto por parte de grandes empresas de tecnología. La última en dar el paso en España ha sido Telefónica, que se ha lanzado a dar créditos rápidos de la mano de Caixabank. Además, está previsto que antes de fin de año llegue Orange Bank a nuestro país.
A nivel internacional también ha habido novedades. Apple, junto a Goldman Sachs, ha lanzado su propia tarjeta de crédito y Facebook está haciendo pruebas de pago a través de Whatsapp.
Es cierto que muchas de esas iniciativas van de la mano de un banco, pero en el sector hay quien recuerda que tanto tecnológicas como empresas de telecomunicaciones son especialistas en absorber el conocimiento del negocio para después replicarlo sin ayuda externa.
Ahora bien, el frente de la banca contra las grandes empresas de tecnología no termina aquí. Desde el Banco Santander, Ana Botín, ha pedido en reiteradas ocasiones que las GAFAs paguen sus impuestos en los países donde operan.
También desde el BBVA, Carlos Torres, ha reclamado en distintas ocasiones que haya igualdad de condiciones a la hora de operar en el sistema financiero. Y es que desde el sector explican que no tiene sentido que haya distintas regulaciones en función de si eres un banco o una tecnológica que se adentra en el sector.
Fusiones
La tecnología es una oportunidad y un reto para los bancos, sobre todo porque está permitiendo que “las barreras de entrada se reduzcan”, lo que está facilitando la entrada de esos nuevos operadores. Una situación que ayuda a evitar que haya problemas de concentración pese a que los bancos tradicionales continúan con su proceso de concentración.
“No es algo que deba preocuparnos”, dice el presidente de la AEB, quien explica que “mientras los bancos no sean capaces de cubrir el coste de capital” seguirá habiendo fusiones porque lo importante es que las entidades sean “rentables”.
Ese proceso de consolidación seguirá en los próximos meses. La operación más inminente es la fusión de Unicaja con Liberbank que está prácticamente enfilada. Está por ver qué ocurrirá con Kutxabank e Ibercaja, y quien sabe si Sabadell y Bankia no entran también en algún proceso de petición de matrimonio.
Según Roldán “queda margen de maniobra para más fusiones”. Tiempo al tiempo.