Orange España presentó este semana sus resultados del primer trimestre con una fuerte caída en la venta de equipos. La operadora naranja redujo en un 17% sus ingresos por esta vía hasta los 155 millones de euros, en un mercado que cayó en España un 19% hasta marzo. En cuanto al resto de las telecos, mientras las dos más grandes (Movistar y Vodafone) han tenido un comportamiento plano, en las más pequeñas también se han experimentado caídas.
Un comportamiento que se interpreta como una prueba más de la lenta agonía de los móviles como negocio estratégico para las operadoras de telecomunicaciones. Orange era quizás uno de los últimos bastiones y una de las pocas compañías que seguía teniendo la venta de terminales como un elemento representativo de su estrategia, pero sus resultados de este primer trimestre confirman un declive generalizado en el sector.
En este comienzo de 2019, uno de los principales elementos en contra de la venta de móviles de las telecos ha sido la caída del negocio en todo el mundo. Las estadísticas de Strategy Analytics indican que las entregas mundiales de móviles se redujeron un 4,3%, hasta 330 millones de unidades.
Un retroceso que se viene prolongando en los últimos trimestres y que tiene que ver con la apuesta de los usuarios por comprar móviles de bajo coste y dejar los de alta gama. La proliferación de aparatos por encima de los 1.000 euros tampoco ha ayudado a la industria que ve como caen las ventas de los fabricantes de alta gama y suben los de menor coste.
Negocio "inflado" por las subvenciones
Mientras Samsung y Apple, redujeron sus entregas un 8% y un 17%, respectivamente, Huawei subió un 50%. Durante el primer trimestre, la tarta mundial de la venta de móviles se repartió con 71,8 millones de terminales para Samsung, 59,1 millones para Huawei y 43,1 millones para Apple. Entre los tres fabricantes se llevan el 53% de todo el mercado.
En lo que respecta a las compañías de telecomunicaciones que operan en España, los datos conocidos en este primer trimestre dan la puntilla a un negocio que desde hace muchos años ya no es estratégico. Desde que en 2012 Telefónica decidiese dejar de subvencionar terminales -es decir, regalarlos o darlos a menor precio a cambio de portabilidades o permanencias- esta línea de negocio se ha enfriado paulatinamente.
“No es la época de las vacas gordas”, dice una fuente del sector que, sin embargo, se resiste a dar por muerta esta línea de negocio. Otras fuentes indican a este diario que el declive ha ido de la mano del fin de las subvenciones y que, por tanto, los más expuestos a las caídas de las ventas de móviles son los que mantienen este tipo de promociones. Las compañías pequeñas siguen apostando por algunas ofertas y regalos de móviles, pero es claramente un mercado que va en retroceso.
Siempre ha sido un negocio costoso, que implica una elevada inversión entre las operadoras. La única ventaja competitiva de las telecos era dar móviles por debajo de su precio de mercado o incluirlos en sus paquetes convergentes, también por debajo de su precio real. No obstante, a medida que todas las compañías han empezado a ajustar sus precios a la realidad de los costes de los aparatos, se han vuelto menos atractivos para los clientes, reduciéndose sus ventas de manera paulatina.
Telefónica reduce su peso a mitad
En el caso de Telefónica, el líder del mercado, los ingresos de terminales alcanzaron los 1.280 millones de euros en 2010, con un crecimiento interanual del 12,6%. En ese curso, la venta de móviles representó un 6,8% de su cifra de negocio anual. Una década después y tras el fin de las subvenciones en 2012, la venta de terminales en la operadora llegó a los 386 millones de euros en 2018, apenas un 3% de todo su negocio en nuestro país.
En cuanto Orange, hasta el momento venían marcando una trayectoria ascendente desde los 508 millones que ingresaron por venta de equipos en 2016 -representando un 10,1% de toda su facturación- hasta los 684 millones a cierre de 2018, lo que se traduce en un 12,7% de los ingresos totales. De hecho, el peso de los móviles en Orange es uno de los más altos del mercado y de ahí su impacto en las cuentas con la caída del 17% del primer trimestre.
En la operadora lo achacan al comportamiento del mercado, aunque otras fuentes del sector indican que tiene una relación directa con la estrategia de la operadora de dejar de subvencionar muchos terminales. Lo cierto es que la compañía francesa es una de las más involucradas en la venta de equipos de las tres grandes y el último bastión de un negocio que va en retroceso.
El caso opuesto de Vodafone, que ha comenzado a intensificar campañas con móviles. La operadora británica ha logrado amortiguar esta caída del mercado e incluso podría haber mejorado ingresos, aunque oficialmente no dan datos en este apartado. En cualquier caso, en el mercado consideran que es una estrategia puntual para recuperar clientes y que a medio plazo terminarán adaptándose a niveles de caídas de venta de móviles similares al resto del sector.