El Brexit está marcando el ritmo de los mercados europeos. La indefinición sobre lo que puede suceder está generando una gran volatilidad que "podría ser tildada como positiva para el mercado".
Así se expresa el responsable para España de Admiral Markets, Juan Enrique Cadiñanos, quien considera que esa excesiva volatilidad al final termina "debilitando la economía y las posiciones de inversión". ¿El motivo? Porque al final el mercado se mueve al ritmo de aquellos inversores a los que les gusta el riesgo e incrementando las posibilidades de que "una gran gestora deje de tomar posiciones de forma estructural porque no sabe cómo puede acabar la cosa".
Por tanto, aquellos jugadores que quieran seguir pensando en invertir en el mercado deben tener claro que en Renta Variable las fluctuaciones de valor serán una constante hasta que "no haya una resolución final sobre el Brexit".
Cadiñanos considera que una posibilidad podría ser invertir a través de derivados. Eso sí, pase lo que pase será bueno para unos y malo para otros. Lo que sería nefasto para todos los inversores en el mercado es que "al final no hubiera acuerdo ni brexit forzoso".
Esa situación de incertidumbre pasa factura también a la economía, así como al sector financiero que -por si fuera poco- se ve debilitado por la situación de los tipos de interés del Banco Central Europeo. En mínimos históricos, y sin visos de que vuelvan a signo positivo, los márgenes del sector financiero se ven lastrados trimestre tras trimestre, lo que está obligando a las grandes entidades financieras a tratar de ajustar costes al máximo.
Draghi aplaza de trimestre en trimestre las subidas de tipos fruto de la ralentización económica en la que está sumida Europa. "Seguimos sin medidas, llevamos muchos años con un equipo en el que no hay medidas", dice Cadiñanos. Y es que el BCE sigue preocupado por una inflación que en este momento "no es un problema".
Para el representante de Admiral Markets en España, hay muchos Estados europeos que se están endeudando "a niveles muy elevados, y esto es algo que tiene que tener un límite porque en algún momento explotará".
De hecho alerta de que es posible que en algún momento la deuda pública pueda quedar en manos de un solo país (como China), lo que generaría serios problemas a la hora de refinanciar y adoptar nuevos proyectos.
Por tanto, los tipos son un problema macroeconómico que afecta a la banca, lo que tiene una gran incidencia en el Ibex 35. "El 30% de ponderación del selectivo es del sector financiero", algo que provoca daños colaterales porque ya no es que no crezcan los bancos, es que tampoco lo hace nada que tenga que ver con ellos: telecos, aseguradoras, constructoras, eléctricas... En definitiva, nada que tenga grandes necesidades de financiación.