Convirtiendo Navarra en una especie de centro de pruebas, Iberdrola Renovables Energía, el Gobierno de Navarra y Siemens Gamesa Renewable Energy han firmado este jueves en Pamplona un acuerdo de intenciones para estudiar la viabilidad de la tecnología de almacenamiento térmico de energía eléctrica en la Comunidad foral.
Mediante un comunicado, los firmantes del acuerdo han indicado que el objetivo es llevar a cabo un "análisis previo de viabilidad" para la construcción y explotación de un prototipo de almacenamiento real de energía eléctrica a gran escala.
Un proyecto que podría resultar clave en un momento en el que los sistemas de almacenamiento adquieren cada vez más protagonismo, en vistas a la consecución del reto de la transición energética.
Así, y como recuerdan tanto el Gobierno foral como las dos compañías, en épocas de tiempo soleado y con fuertes vientos las energías renovables están disponibles en grandes cantidades y, a menudo, el suministro excede las capacidades de la red. En este sentido, los sistemas de almacenamiento pueden ayudar a actuar como un amortiguador entre los tiempos de sobrecarga y los períodos más débiles de producción.
Para Julio Castro, director general de Iberdrola Renovables Energía, el almacenamiento de energía "está llamado a ser un elemento clave en el sistema eléctrico del futuro, ya que permitirá mejorar la calidad de la energía, asegurar la estabilidad y fiabilidad del suministro y permitir una mayor y más fácil integración en la red de la electricidad de origen renovable".
"Si queremos reducir el consumo de energía de origen fósil es de vital importancia que la energía renovable sea, cada vez más, la base de la garantía de suministro de energía del sistema. El almacenamiento a gran escala de energía eléctrica de origen renovable está llamado a jugar un papel clave en este proceso”, explicaba el vicepresidente del Gobierno de Navarra, Manu Ayerdi.
Con más de 1.000 MW instalados, la Comunidad Foral de Navarra cuenta con un gran potencial de producción de energía renovable. El acuerdo persigue, de este modo, aprovechar al máximo dicho potencial de producción y analizar las posibilidades para su almacenamiento.