Problemas para los bancos españoles. En la última década han recortado sus plantillas en algo más de 85.000 personas y han cerrado cientos de oficinas, y aun así sus gastos no se reducen. El coste laboral unitario (CLU) ha pasado en este tiempo de 66.000 euros a 72.000, lo que demuestra la ineficiencia de la medida.
La esperanza que les queda es que los costes se reduzcan una vez que se alcance el nivel óptimo de plantilla. Pero hay un motivo más por el que la previsión de los bancos no se está cumpliendo: los principales recortes se centran en las sucursales y no tanto en los servicios centrales, en donde “la evolución del negocio y la carga regulatoria” ha sido más intensa, y en donde los salarios son ligeramente superiores.
Ahora bien, ese ajuste de capacidad sí que ha permitido que los bancos españoles hayan mejorado la productividad en plena caída del negocio. Así lo dice un informe de Funcas en el que se alerta de que “la reducción del negocio bancario todavía no puede darse por concluida ya que el saldo del crédito sigue manteniendo tasas negativas de variación interanuales”.
Según los cálculos de Funcas el volumen de negocio por empleado ha pasado de casi 13 millones por empleado a cerca de 15 millones; mientras que el de las oficinas ha pasado de algo más de 40 millones a casi 110 millones de euros. El problema está en que la fuerte caída de los márgenes ha hecho que esa mejora haya quedado prácticamente anulada.
¿El motivo? Que la productividad en términos de margen generado por empleado u oficina apenas ha mejorado. Ese estancamiento, unido al aumento de los gastos, hace que los ratios de eficiencia hayan empeorado.
La pregunta clave está en saber por qué se incrementan los gastos, dejando al margen los despidos masivos. Según el documento elaborado por Ángel Berges, Federica Troiano y Fernando Rojas, conviene analizar también el impacto que tiene la transformación digital en las cuentas de las entidades financieras.
Mientras que en los modelos de banca tradicional (basados en oficinas) el grueso del dinero se iba en pagos al personal, que suponían dos tercios del total. Ahora, sin embargo, esa tendencia se está invirtiendo fruto de la digitalización, lo que hace que la mayor parte del dinero se vaya en pagar tecnología.
Este análisis de Funcas llega en plena oleada de despidos en los bancos. Este jueves el Santander y los sindicatos volverán a reunirse para plantear las condiciones de salida de 3.700 trabajadores. Busca con ello acabar con el exceso de capacidad en términos de personal tras la compra del Popular.
Hace tan sólo unas semanas Caixabank también cerraba con los sindicatos un Expediente de Regulación de Empleo que afectará a 2.100 trabajadores. Un proceso en el que invertirá 890 millones de euros.
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