La española Mango abrió, solo en 2017, 20 megastores. En total, la compañía ha apostado por 211 tiendas de gran tamaño; unas tiendas que están creando tendencia. Según la Asociación Española de Franquiciadores (AEF), las franquicias españolas que deciden internacionalizarse optan por locales más grandes, reduciendo el número de establecimientos.
Según los datos del informe La Franquicia Española en el Mundo 2019, hay 353 franquicias operando en 140 países. Es decir, 19 marcas nuevas han decidido dar el salto a otros países con respecto al año pasado, lo que ha supuesto un crecimiento del 5,6%. Sin embargo, el número de establecimientos se ha reducido un 2,2% hasta los 21.916 locales.
De estos, 9.529 locales (43,4% del total) corresponden al sector de la moda, un sector que mantiene el liderazgo y que tiene presencia en 125 países. En palabras de Eduardo Abadía, director ejecutivo de la AEF, “es más fácil instalar una franquicia de moda, abrir una tienda, que una de restauración, que tiene que encontrar proveedores allá donde se instale”.
Tres motivos principales
Si bien Mango empezó la transformación de sus tiendas en 2012, su estrategia continúa hasta la fecha. El grupo catalán espera abrir 45.000 metros cuadrados de superficie comercial correspondientes a franquicias durante este año. Desde la AEF explican a EL ESPAÑOL que las franquicias españolas siguen estos pasos por tres motivos principales.
En primer lugar, para posicionarse en la mejor zona de la ciudad, en lugar de tener varios locales. De hecho, señalan que aunque al principio las franquicias puedan elegir locales más pequeños o zonas secundarias “para tantear su éxito”, éstas suelen decantarse, pasado un tiempo, por “zonas prime”. En el caso de Mango destacan sus aperturas en el Soho de Nueva York, la calle Serrano en Madrid o la Plaza de los Restauradores en Lisboa, localizaciones de tres de sus flagships más recientes.
El segundo motivo es la rentabilidad. Según describen desde la AEF, las marcas eligen locales más grandes y en “zonas de paso” para que el modelo de franquicia funcione y puedan sacar mayor rentabilidad. Un ejemplo es Inditex, que no franquicia en España pero sí lo hace en el extranjero y elige locales grandes y en localizaciones estrella.
Por último, la imagen de marca también es fundamental a la hora de elegir locales más grandes y permite, según la AEF, que las franquicias españolas se “codeen con las marcas locales”.
Para el director ejecutivo de la AEF, la moda es un sector que “avanza, tiene modernidad y capacidad de salir al exterior”, factores que explican, en parte, su internacionalización.
Proximidad geográfica y lingüística
El mismo informe también ofrece datos sobre los mercados donde las franquicias españolas tienen mayor presencia. Portugal cuenta con 213 franquicias que representan 26 sectores diferentes, el vecino luso concentra el 60,3% de las enseñas españolas en el extranjero.
Completan el podio México, con 108 cadenas de 23 sectores (el 30,5%) y Andorra, con 95 marcas en 18 sectores (26,9%). Pese a la proximidad geográfica y lingüística de los mercados principales, el informe destaca que en el último año las franquicias han desembarcado en Uzbekistán, República del Congo y Palestina y han salido de Benin e Irak.
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