El temor de los inversores de perfil más rentista se va confirmando. El ‘scrip dividend’ vuelve a ganar terreno al pago en efectivo entre las cotizadas de la bolsa española y hasta la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) advierte: lo previsible es que la tendencia vaya en aumento.

“Ante un escenario de menores perspectivas de crecimiento, es posible que las compañías estén optando por reducir de nuevo la remuneración en efectivo”, explica el organismo supervisor en su Informe Anual del ejercicio 2018 publicado esta semana. La institución señala que en lugar del dinero contante y sonante, las compañías estarían favoreciendo “el pago en acciones con el objetivo de retener en el balance mayores recursos financieros de cara al futuro”. Un futuro en el que algunas grandes casas de inversión ya pintan una recesión a la vuelta de la esquina.

El informe recoge que, a lo largo del pasado ejercicio, se produjeron en la bolsa española un total de 15 ampliaciones de capital liberadas con el objetivo de retribuir al accionista. Dos más que en el año anterior y por un importe un 3,5% superior, con lo que se puso fin a una racha de tres ejercicios consecutivos en los que la retribución en efectivo había logrado ganar terreno después de los años más duros de la crisis financiera.

"Es posible que las compañías estén optando por reducir de nuevo la remuneración en efectivo para retener en el balance mayores recursos financieros de cara al futuro"

Para el supervisor, este “ligero incremento” del pago en ‘papeles’ no se trata de una anécdota, sino que considera que “podría suponer un cambio de tendencia en la política de dividendos seguida por algunas compañías en los últimos años”. Una estrategia mediante la cual se había tendido a “cancelar o reducir su cuantía en beneficio de la política tradicional de remuneración en efectivo”.

Un ejemplo de los temores hacia los que apunta el organismo que preside Sebastián Albella es Banco Santander. Después de haber anunciado por activa y pasiva que regresaría al pago 100% en efectivo este ejercicio, la entidad presidida por Ana Botín dio marcha atrás en sus planes y conservó la modalidad de dividendo elección para sus inversores. Con el consiguiente castigo en bolsa para sus títulos.

A lo largo de 2018, las empresas cotizadas españolas distribuyeron 3.915,2 millones de euros bajo la modalidad de dividendo elección. Una cota un 2,8% superior a la del año anterior pero aún muy lejos de alcanzar los 9.527,8 millones que se repartieron en 2015. Cinco compañías recurrieron a este sistema en dos ocasiones a lo largo del año: Iberdrola, Repsol, Ferrovial, ACS y Sacyr.

FARMACÉUTICAS Y CONSTRUCTORAS

Aquellas cinco son precisamente, y en ese orden, las responsables de los pagos en acciones más abultados del parqué español. Los datos recopilados por la CNMV muestran que la eléctrica repartió bajo esta modalidad 1.787,9 millones de euros, mientras que la petrolera distribuyó en títulos de nueva emisión el equivalente a 1.094,7 millones de euros. El reparto más bajo en esta modalidad lo protagonizó Iberpapel, con ‘papeles’ por apenas 100.000 euros.

Los sectores más proclives a esta modalidad de reparto resultan ser, por el momento, el farmacéutico y el de construcción, pues cada uno de ellos contó con tres representantes abonados a esta modalidad de pago al accionista. Reig Jofre (la antigua Natraceutical), Faes Farma y Almirall distribuyeron conjuntamente el equivalente a 58,6 millones de euros, mientras que FerrovialSacyr ACS sumaron 841,4 millones de euros. Estas tres últimas también hicieron doblete a lo largo del ejercicio.

A falta de que los pagos pendientes para lo que resta de este año se confirmen, son varias las compañías que ya han aprobado subir la retribución a sus inversores mediante el reparto de ‘papel’. Además, otras como FCC se han lanzado a recuperar el dividendo después de años de sequía acogiéndose a esta opción, que resulta menos lesiva para su caja fuerte.

La subgobernadora del Banco de España considera conveniente que las entidades "defrauden" a sus accionistas en cuanto a las expectativas generadas sobre el dividendo

En el punto de mira, entre otras entidades financieras, el Santander. Este fue el banco que hace ahora diez años introdujo en España la fórmula del dividendo en acciones, de más trayectoria histórica en otros países europeos. En aquel primer año de pagos en acciones, solo un 2,4% de la factura del dividendo total de las cotizadas españolas fue en nuevos títulos, según un reciente estudio de BME. Ahora, todo apunta a que fácilmente podría multiplicarse por seis aquel porcentaje, hasta rozar el 15% de la retribución, un porcentaje que se alcanzó por primera vez en el año 2011, el de la crisis de deuda soberana europea.

A este enérgico avance podría contribuir en gran medida el sector financiero, como se ha señalado. Muchas miradas se dirigen al vapuleado Banco Sabadell, que ha asumido abultadas provisiones por la factura de la integración tecnológica de su filial británica TSB. En este sentido, cabe recordar que un eventual tijeretazo o paso de los billetes a los papeles estaría motivado, entre otros, por las recomendaciones del Banco de España.  Margarita Delgado, subgobernadora del organismo supervisor señaló conveniente que las entidades bancarias "defrauden" las expectativas del mercado con respecto a sus dividendos para disciplinar a los inversores con tal de poner la retribución en función de la generación de caja orgánica y los requisitos de solvencia y capital de cada entidad.

Noticias relacionadas