Telefónica lanzaba hace exactamente un año su segunda marca comercial. O2 nacía después de meses de deliberaciones para dar con el nombre adecuado y con el objetivo de reforzar el segmento de clientes que no querían televisión y que buscaban productos solo con móvil y fibra.
Lo hacían de la mano de Pedro Serrahima, el artífice del éxito de Pepephone, y con una filosofía hasta ahora desconocida en Telefónica: sin campañas de captación intrusivas, tarifas sencillas con solo con dos productos y con "valores y principios transparentes".
Telefónica hacía su estreno en productos asociados con el bajo coste -con los que MásMóvil se ha hecho fuerte- y lo hizo con precios muy por debajo de las propias ofertas de Movistar. Una apuesta arriesgada que parece comenzar a carburar. En Telefónica se reconoce que desde su nacimiento, O2 ha sido un importante elemento dinamizador de sus líneas de banda ancha fija (BAF), por lo que ahora toca reforzar su apuesta y dar un nuevo empujón a la captación de clientes.
Desde el punto de vista comercial, muchos clientes que solo tenían móvil con Movistar han pasado a contratar el convergente de O2, con lo que se aumenta el ARPU (gasto por cliente), la facturación y mitiga la pérdida de líneas en otros segmentos. O2 también se ha establecido como una opción real para quienes son tentados desde otras operadoras low cost para abandonar Movistar.
80.000 clientes hasta febrero
¿Cifras? El único dato oficial fue adelantado por el consejero delegado de Telefónica, Ángel Vilá en febrero, quien durante los resultados anuales indicó que la marca ya tenía 80.000 clientes, aunque sin desglosar cuántos eran solo móvil y cuántos son de fibra. No obstante, la cifra actual al cerrar el primer semestre estaría por encima de este dato.
Del mismo modo, si analizamos las cifras de evolución de líneas móviles y de banda ancha fija (la que incluye fibra óptica) se aprecia un importante aumento de todo el grupo, pese a que el sector lleva un semestre sufriendo a manos de las apuestas del bajo coste. Telefónica no desglosa datos de sus marcas, por lo que toda la evolución une la suma de Movistar, O2 y Tuenti.
Las cifras del último trimestre publicadas por Telefónica indican que la operadora ha ganado 36.000 clientes de banda ancha fija desde junio, el mes en que se anunció el lanzamiento de O2, aunque no fue hasta septiembre cuando empezó su verdadero lanzamiento comercial. En el caso de la fibra óptica -O2 solo ofrece fibra- se han ganado 358.000 accesos en este mismo periodo. Si nos fijamos en las líneas móviles de contrato, éstas han aumentado en 815.000 clientes.
Si en cambio tomamos como referencia los datos de la CNMC vemos como, entre julio y febrero -los últimos datos oficiales-, Movistar ha ganado 249.500 líneas móviles por las 7.600 de banda ancha fija. Lógicamente todas estas líneas no se deben a O2, pero sí que es verdad que la segunda marca de Telefónica ha sido una de las razones para mantener estas cifras, junto con la apuesta por la televisión de Movistar o la llegada de Netflix que ha consolidado el crecimiento de los productos convergentes.
Fin del debate de los precios regulados
Precisamente para reforzar su apuesta por su segunda marca, Telefónica ha lanzado este mes de junio una serie de mejoras en su oferta. Este 18 de junio las líneas móviles adicionales, tanto de los actuales clientes como de los nuevos, pasaron de 10 gigas a 20 gigas sin cambiar el precio, mientras que el 24 incorporarán en el precio también las llamadas a móviles nacionales desde la línea fija, para los actuales y nuevos clientes.
Éstas son las primeras mejoras de la operadora después de que decidiese, el pasado 26 de marzo, unificar todas sus tarifas convergentes en 50 euros, al mismo tiempo que subía hasta los 300 megas su velocidad de internet en el hogar. Esto supuso subir los 45 euros que cobraba en zonas no reguladas y llegar a los 50 de zonas reguladas y zanjar el debate entre O2 y la CNMC.
La compañía explicó que estas ofertas buscaban simplicidad en la oferta comercial, una campaña lastrada hasta el momento por la duplicidad de ofertas que les obligaba a mantener la CNMC. Desde su lanzamiento en el verano pasado, O2 tuvo que ofrecer dos tarifas diferenciadas, una con 45 euros para zonas no reguladas y otra con 58 euros para reguladas, las dos ofertas incluyendo 100 megas de fibra simétrica y 20 gigas de datos en una línea móvil.
La CNMC estableció en 2016 un sistema de regulación de precios al operador dominante, Telefónica, para que se diese entrada a sus competidores en todos los mercados. Es así como en enero de este año, O2 rebajó el precio de los paquetes de fibra y móvil en zonas reguladas desde 58 a 50 euros. La operadora explicó que pudo realizar este ajuste gracias a la última actualización semestral del test de replicabilidad de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Con todo el lío regulatorio resuelto, la idea de la operadora es reforzar su apuesta para ser más competitiva y plantar cara a las segundas marcas del resto de operadores. Se trata de dar un poco más de intensidad y para ello este mes de junio ya está comenzando a lanzar sus primeras mejoras.