Santander

Lejos de mejorar el escenario para las empresas en Cataluña, el avance del independentismo en instituciones como la Cámara de Comercio de Barcelona está generando desazón entre quienes esperan que algún día vuelva la normalidad al mundo empresarial catalán. El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, ha denunciado este miércoles la campaña de boicot contra empresas constitucionalistas que ha iniciado el independentismo radical tras su éxito en la Cámara.

El nuevo presidente de la institución, el candidato del separatismo Joan Canadell, ha utilizado las redes sociales para pedir el boicot a productos y empresas españolas que no se pronuncien a favor de liberar a los "presos políticos" catalanes y permitir un referéndum de independencia. Un gesto que ha sido acompañado por otro desagradable episodio: la puesta en marcha de un listado con nombres y apellidos de empresarios que simpatizan con el discurso de Manuel Valls a los que se califica de "traidores". En el listado figura la pareja de Valls y accionista de la farmacéutica Almirall, Susana Gallardo, junto con otros empresarios como el fundador de Mango, Isak Andic o Carlos Rivadulla por su condición de presidente de Empresarios de Cataluña.

"Acaba de salir una lista de empresarios que han sido incluidos en ella por decir que les gusta Valls. Generar una lista es un boicot. Cualquier tipo de boicot nos parece mal", ha lamentado Garamendi durante su intervención en el marco de unas jornadas financieras organizadas por la Apie y BBVA en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander.

"Es dramático"

El presidente de la CEOE ha calificado de "dramático" el hecho de que 5.000 empresas hayan tenido que abandonar su mercado natural debido a la situación política de Cataluña y ha expresado su "total apoyo para que las empresas catalanas vuelvan a su espacio natural" siempre que sea en un entorno de seguridad jurídica que a día de hoy no se atisba.

Una de esas empresas, que además fue pionera en tener que marcharse, es CaixaBank. Precisamente en esas jornadas, su presidente, Jordi Gual, ha sido preguntado por la posibilidad de regresar a Cataluña. Su respuesta deja entrever la desconfianza y desazón que existe entre las empresas que tuvieron que abandonar su sede natural y ahora ven cómo pasa el tiempo y la situación se enquista.

"No debo pronunciarme sobre una situación hipotética, sobre un futuro que tiene un alto grado de incertidumbre", ha dicho Gual. Con esta frase respondía a la pregunta de si CaixaBank regresaría en caso de que la Generalitat siguiera la propuesta formulada por la patronal Foment del Treball Nacional de hacer un pronunciamiento inequívoco de respeto a la legalidad vigente para facilitar ese retorno.

Garamendi también se ha referido a los planteamientos de la patronal que lidera Josep Sánchez Llibre. "Apostaríamos al 100% por la vuelta. Es una anormalidad que 5.000 empresas se hayan ido de su residencia habitual. Es un drama. Pero las empresas volverán cuando vean estabilidad. Están deseando volver, pero debería ser en un clima de normalidad".

Seguir a Canadell

La conquista por el independentismo de la Cámara de Comercio de Barcelona aleja esa normalidad. No obstante, Jordi Gual aprovechó su intervención en Santander para pedir a Canadell neutralidad en su acción.

“Habrá que ver cuál es la ejecutoria de la nueva dirección en este órgano tan importante en Cataluña. Pero estamos confiados en que se tendrá en cuenta el interés general", afirmó el presidente de CaixaBank en tono diplomático.

Más crítico fue Garamendi al señalar como culpable de esta deriva el método de votación para la elección del presidente de la Cámara, una institución pública, ha recordado. Con esta elección "se ha dejado fuera" a muchas grandes empresas que tienen mucho peso sobre el PIB catalán. Además, advirtió que la CEOE estará "vigilante" ante los pasos que decida dar Canadell. 

"Las Cámaras son de derecho público y se supone que tienen unas encomiendas. El riesgo es que no cumplan las normas y empiecen a hacer cosas que no deben. Sería muy preocupante que se quiera hacer un juego político con ellas. Por ejemplo, que las famosas embajadas ahora fueran de la Cámara", ha afirmado el representante de los empresarios.

Moderación política

Por otra parte, el presidente de CEOE ha aprovechado la jornada para abogar por la "moderación política", que es lo que "han votado los españoles". Como ya hizo hace semanas, abogó por una coalición entre PSOE y Ciudadanos que son los que cuentan con los votos para gobernar en solitario.

Una opción diferente a la que ha defendido el secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo. Tras insistir en que el sindicato no interfiere en negociaciones de formación de Gobierno, ha mostrado su simpatía por una coalición POSE-Unidas Podemos. Con ese Ejecutivo, CCOO se sentiría más cómodo para seguir avanzando en compromisos ya esbozados en la última legislatura. El principal: revertir los aspectos de la reforma laboral que llegaron a España en el contexto de la austeridad.

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