El Gobierno español se desmarca de la iniciativa para imponer nuevas tasas medioambientales a la aviación comercial en la Unión Europea (ya sea un impuesto al queroseno o a los billetes de avión) con el fin de reducir las emisiones de CO2 y combatir el cambio climático. La ministra de Economía, Nadia Calviño, ha rechazado este martes esta propuesta, abanderada por países como Holanda o Francia, por su impacto negativo sobre el sector turístico y sobre las comunicaciones de España con el resto de Europa.
"Con respecto al caso específico de la tasa de queroseno, nuestro país tiene una serie de características específicas desde el punto de vista del peso del sector turístico, de nuestro carácter periférico con respecto a Europa, del peso de las islas en nuestro territorio, que hacen que no sea la primera opción cuando estamos pensando en imposición medioambiental por su posible impacto", ha explicado Calviño en rueda de prensa tras la reunión del Ecofin celebrada en Bruselas.
En todo caso, la ministra de Economía todavía no da un portazo definitivo a esta iniciativa. "Tendrá que ser valorado por nuestro país. En este momento no hay ninguna propuesta concreta o formal (de tasa a la aviación) sobre la mesa a nivel europeo", ha alegado Calviño. Desde el sector aéreo español sostienen que la tasa no sería efectiva para reducir las emisiones, afectaría al negocio y encarecería los precios.
El Gobierno de Pedro Sánchez ve "prioritaria" una reflexión sobre la imposición medioambiental en la UE, pero pide no centrarse en una única propuesta como el impuesto al queroseno sino en diferentes opciones alternativas. "Por poner un ejemplo, en nuestro país tenemos un impuesto sobre los gases fluorados que no existe en otros Estados miembros", explica la ministra.
A su juicio, lo más urgente es que la UE explore la creación de una tasa de CO2 en frontera para las importaciones procedentes de países que no respetan el acuerdo climático de París, cuyo objetivo sería "garantizar que haya una competencia justa entre las empresas europeas y las de terceros países".
El rechazo de Calviño a la tasa a la aviación ha generado desconcierto en Bruselas. "El Gobierno español da la impresión de ser serio en la cuestión del cambio climático, así que su posición es sorprendente. Hacer la transición hacia una economía neutra en carbono es un reto enorme que requerirá sacrificios. Pero si cada Estado miembro encuentra excusas en preocupaciones domésticas, la UE no va a poder avanzar", explica a EL ESPAÑOL un diplomático europeo.
Francia y Holanda preparan ecotasas
Precisamente este martes, el Gobierno de Emmanuel Macron ha anunciado la introducción a partir de 2020 de una ecotasa de entre 1,5 y 18 euros a los billetes de avión para todos los vuelos que salgan de Francia, salvo correspondencias y rutas a Córcega y a los territorios franceses de ultramar. La medida se aplicará a todas las compañías aéreas.
El importe de la tasa será de 1,5 euros en clase turista y de 9 euros en clase preferente para todos los vuelos interiores e intracomunitarios, y de 3 euros en clase turista y 18 euros en clase preferente para las rutas fuera de la UE. El Gobierno francés prevé una recaudación de 182 millones al año, que se consagrarán a inversiones en infraestructuras de transporte más ecológicas, en particular el tren.
También Holanda ha anunciado ya que introducirá su propia tasa nacional de siete euros por pasajero a partir de 2021 si fracasa su intento de crear un impuesto europeo a la aviación. "A diferencia de los viajes en coche, autobús o tren, los vuelos internacionales que salen de Países Bajos no están gravados de ninguna forma por el Gobierno holandés. Este es un motivo clave para introducir una tasa a la aviación", ha dicho su secretario de Estado de Finanzas, Menno Snel.
Sin embargo, la prioridad para el Gobierno holandés (con el apoyo de Francia, Bélgica o Suecia) sigue siendo un acuerdo a escala de la UE con el fin de garantizar la igualdad de trato y evitar distorsiones de competencia. En la actualidad, el tráfico aéreo internacional no esta sujeto a impuestos especiales o IVA.
Países Bajos ha preparado una carta para la próxima Comisión en la que alerta de que alrededor del 2,5% de las emisiones globales de CO2 proceden de la aviación y siguen creciendo. Entre 2010 y 2020 habrán subido un 68% y si no se toman medidas aumentarán un 185% para 2040 y un 300% para 2050.
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