El sector financiero lleva una década dándole vueltas al concepto de las fintech. Coincidiendo con la crisis financiera que explotó en 2008, y que tuvo en la caída de Lehman Brothers su gran símbolo, una nueva generación de compañías de base tecnológica comenzó a lanzar productos y servicios en territorios que antes eran cotos privados de bancos y cajas.
En este tiempo, la relación entre los viejos jugadores del sector y los nuevos aspirantes que luchan por hacerse con un trozo cada vez mayor del negocio financiero ha pasado por distintas etapas. Hoy, tras 10 años tejiendo relaciones, en el sector la idea predominante es que en la colaboración entre la banca tradicional y las nuevas startups tanto los usuarios como las empresas encontrarán las mayores cotas de beneficios.
El ‘III Foro EL ESPAÑOL Fintech, construyendo el futuro: Nuevas oportunidades, nuevos riesgos y nuevos cambios’, que contó con el apoyo de Unicaja y MetLife, trató de recoger los distintos enfoques con los que, en estos días, compañías de distintos perfiles afilan sus modelos de negocio. Así, en la primera mesa redonda, titulada ‘El futuro de las entidades financieras y de las fintech’ se abordaron las principales tendencias que marcan el devenir actual del sector financiero.
En ella participaron Israel Rodríguez Ponce, director de innovación, alianzas y openbanking de Unicaja Banco; Maite Archaga, directora de bancassurance de MetLife en Iberia; Salvador Molina, presidente del Foro ECOFIN y presidente del Círculo FinTech; Rolf Cederstrom, CEO y cofundador de Pagantis y Gabriela Vara Orille, co-CEO de Myinvestor.
Israel Rodríguez fue el encargado de romper el hielo explicando cómo ven a las startups fintech desde Unicaja. "Para nosotros es una gran oportunidad para redefinir modelos de negocio. Las fintech están dinamizando segmentos de negocio en los que están saliendo ideas muy provechosas tanto para el cliente como para las empresas. Nosotros apostamos por colaborar activamente con estas nuevas empresas".
El responsable de openbanking de Unicaja quiso destacar que, en un contexto en el que los datos cada vez tienen más valor, las entidades financieras tradicionales llevan mucho camino recorrido. "Los bancos hace mucho que tenemos datos, que los guardamos y que no los utilizamos en algo que no debemos. La banca siempre ha tenido ese halo de seguridad y la va a seguir teniendo porque está en nuestro ADN. La sociedad está aprendiendo que sus datos tienen mucho valor y eso es algo que nos beneficia".
Por su parte, Maite Archaga quiso incidir en la importancia de la gestión de la información de los clientes. "Hay un miedo terrible con el tema de los datos y la seguridad. Parece que la nueva normativa nos va ayudar a ser más abiertos de forma segura. Esta seguridad es uno de los puntos clave para que los clientes tengan más confianza de ceder los datos".
En opinión de la directora de bancassurance de MetLife "el binomio confianza-seguridad debe de ir unido. Cuanta más seguridad más confianza. Aún la gente tiene miedo de ceder los datos financieros. No los comparten de la misma manera que otros datos que ceden en otras plataformas digitales. Estamos construyendo el futuro. Todo está muy cambiante y todos tenemos que adaptarnos. Estamos en un periodo transitorio que tendrá como resultado un sector muy distinto al actual".
Un espectador privilegiado de esta evolución ha sido Salvador Molina que, desde su posición ha asistido a los principales cambios vividos en los últimos años. "Desde Foro Ecofin hemos ido viendo que el fintech ha ido creciendo y que ya se le reconoce lo que va a ser en el futuro. Pasamos por una primera fase de oposición. Las entidades bancarias lo negaban. Después se pasó a la sugestión: las entidades bancarias trataban a estas empresas como si fueran champiñones: cuando veían que habían crecido lo suficiente, los cortaban y los metían en su despensa. Allí estas empresas terminaban por pudrirse porque las culturas empresariales eran incompatibles. Ahora estamos en un momento de colaboración: Un nuevo paradigma en el que el sector financiero ha entendido el beneficio que tiene sumar fuerzas".
De cara al futuro, el presidente del Foro ECOFIN tiene claro que los cambios que vamos a ver van a ser muy profundos. “Los bancos son como barcos muy grandes. No se hunden por un accidente de golpe como el Titanic. Tienen fugas de agua y al final las bombas de achique no dan suficiente de sí para sacar toda ese agua. A la banca le están quitando pequeñas vías de negocio desde muchos puntos y cada vez va a sufrir más. Bancos y fintech van a desaparecer. Quedarán como servicios agregados dentro de los canales de compra. El sector financiero va a ser un transversal repartido por todas las relaciones comerciales entre vendedores y compradores”.
En opinión de Rolf Cederstrom, España aún tiene mucho camino por delante. “El gran desafío para nosotros siempre ha sido la falta de información. El openbanking cambia este aspecto. En países como inglaterra o EEUU el mercado al crédito de consumo es mucho más dinámico gracias a que tienen acceso a mucha más información”.
En lo que respecta a los nuevos participantes en el sector financiero, el cofudador de Pagantis cree que tienen mucho trabajo para hacer a la hora de ganar la confianza de la gente. "Hay mucha desconfianza en Facebook y en Google. Los usuarios son cada vez más conscientes de que están hablando en una plataforma de una cosa y que, al pasar a otra aparecen anuncios relacionados. Pese a esto, la escala de los nuevos jugadores digitales puede hacer que estas plataformas lancen productos a nivel europeo que los bancos nacionales no van a poder replicar".
Un tema, el de la confianza en las compañías digitales, que Gabriela Vara valora como clave. "Los bancos tenemos que escuchar más a los clientes para saber lo que quieren. Los asiáticos ya tienen todo en verticales como WeChat. Es un momento muy emocionante. Hemos pasado de que un cliente en el año 2000 no te quieran dar su móvil a que en un agregador el banco X pueda acceder a la información del banco Y o el banco Z”.
Además de en la confianza, la co-CEO de Myinvestor entiende como diferencial todo lo relativo a la comunicación entre marca y cliente. "Los agregadores son una gran oportunidad pero, a la vez, un reto muy importante. Si el cliente elimina sus puntos de contacto con nosotros no podremos dar el servicio al cliente capaz de fidelizarlo. Nuestras entidades tienen que comunicar bien para que los clientes entiendan los servicios y para que los empleados sepan lo que estamos construyendo".
El papel de la regulación
Tras repasar las últimas tendencias, la segunda de las mesas tuvo como protagonista a la regulación. Titulada ‘Regulando la innovación, qué instrumentos son necesarios en el nuevo contexto digital’ contó con la participación de Vicente J. García Gil, presidente de la Fundación para la Innovación Financiera y la Economía Digital (FIFED); Mireia Badia, vicepresidenta de la Asociación de Crowlending Española y Arturo González Mac Dowell, vicepresidente de la Asociación Española de FinTech e InsurTech (AEFI).
Vicente J. García arrancó su intervención poniendo sobre la mesa uno de las novedades que veremos en los próximos meses: el nacimiento del sandbox. "Esta es una de las medidas más esperadas en el sector. El modelo de sandbox español puede ser una referencia a nivel mundial. Se dice mucho que la regulación está sofocando modelos de innovación. Nosotros pensamos todo lo contrario. Nuestra regulación es muy importante para tener un sector financiero sano. Queremos trasladar el modelo de Europa a todo el mundo. Toda empresa que quiera ser un banco tiene que cumplir una serie de requisitos y eso tiene que ser así".
El presidente de FIFED quiso poner en valor la importancia de la regulación. "La regulación marca las relaciones entre la gente y las empresas. Es fundamental que exista una disciplina en el acceso a la actividad financiera de todo tipo de actores".
Por su parte, Mireia Badia quiso poner en valor la necesidad de que las compañías con nuevos modelos de negocio tengan un campo de pruebas como el sandbox. "Tienen que haber entornos donde poder desarrollar nuevos conceptos. Es bueno que las empresas de nuevo cuño puedan testear sus ideas de forma segura".
Al ser cuestionada por la regulación, la vicepresidenta de la Asociación de Crowlending española mostró sus pegas al modelo actual. "El criterio de la regulación no está claro. Hay segmentos que tienen una regulación y otras que no con actividades muy parecidas. El regulador a veces se centra en detalles muy pequeños".
Por último, Arturo González fue el encargado en cerrar la mesa enfatizando en los problemas del modelo europeo. "Regular e innovar es un poco difícil. Europa está sobrerregulada. Es muy difícil que una empresa pueda innovar con este contexto. En el sector hemos dejado de innovar porque estamos intentando entender la regulación".
El vicepresidente de AEFI concluyó su intervención apostando por reducir al máximo la parte regulatoria. "Lo que hay que hacer en minimizar la regulación y maximizar las consecuencias para el que no lo cumpla. Partiendo de que en Europa ya contamos con mucha regulación de base intentemos ser extremádamente duros con los que incumplen. La regulación tiene que dejar hacer y cuando haya problema regular, no adelantar problemas cuando no han pasado".
El evento contó con la colaboración de ACLE, ECOFIN, EFPA, FIFED, FINECT y FINTECH SPAIN.