No hay paz para el sector automovilístico en bolsa. Sin previo aviso y cuando los inversores se habían acostumbrado a sus malas noticias, Daimler ha anunciado un nuevo 'profit warning' justo antes de la apertura de los mercados europeos. Es la segunda vez en un mes que recorta sus previsiones de beneficio. Y la cuarta en el último año.
La reacción de los inversores no se ha hecho esperar y los títulos de la compañía caían casi un 4% en la apertura de la bolsa alemana, pérdidas qeu luego se han reducido al 2% hasta los 45,9 euros por acción. El problema es que el mercado está a las puertas de recibir el inicio de la nueva temporada de resultados empresariales, y este tipo de advertencias sobre el beneficio de grandes compañías ya pone en alerta ante lo que pueda venir a partir de la próxima seamana.
En concreto, el fabricante automovilístico alemán ha anticipado que durante el segundo trimestre del año registrará pérdidas de 1.600 millones de euros, frente a los beneficios esperados por el mercado y a las ganancias de 2.600 millones de euros del año anterior. El mayor golpe de estas nuevas previsiones viene dado por las provisiones de 1.000 millones de euros que la compañía tendrá que hacer frente ante los costes por la manipulación de los vehículos diésel y los problemas con los airbag de Takata.
El anuncio ha sentado como un jarro de agua fría en el sector, y los títulos de compañías como BMW pierden más de un 1%, mientras que Volkswagen intenta volver al terreno positivo tras abrir con una caída del 1,5%, después de que ayer se conociese que la compañía y Ford Motors planean ampliar su alianza global anunciada en enero, con acuerdos que podrían involucrar vehículos eléctricos y autónomos.