Bruselas

La Comisión Europea ha impuesto este jueves una multa de 242 millones de euros a Qualcomm, el mayor fabricante del mundo de chips para teléfonos móviles inteligentes, por abusos monopolísticos. La investigación de Bruselas ha demostrado que la compañía  estadounidense vendía sus chips para 3G a precios inferiores a los costes para expulsar del mercado a su rival Icera, que acabó cerrando su negocio de chips en 2015.

Es la primera vez en 16 años que el Ejecutivo comunitario sanciona a una empresa por practicar "precios predatorios". También se trata de la segunda multa que Bruselas impone a Qualcomm: en 2018 ya le castigó con 997 millones por haber pagado a Apple para que usara únicamente sus chips en iPhones y iPads.

"En los dos casos, el objetivo de Qualcomm era el mismo: proteger su posición dominante. Igualmente, el objetivo de la Comisión en estos casos es siempre el mismo: proteger a los consumidores europeos y facilitar que haya alternativas, precios asequibles e innovación, que son los beneficios obvios de la competencia", ha asegurado la comisaria de Competencia, la liberal danesa Margrethe Vestager, en rueda de prensa.

Qualcomm ocupó una posición dominante en el mercado mundial de chips para 3G entre 2009 y 2011. Su cuota de mercado ascendía al 60% en un sector donde las barreras de entrada son elevadas debido a que se necesitan inversiones iniciales considerables en I+D y en patentes. Detentar una posición dominante no es de por sí ilegal según las reglas de la UE, pero sí abusar de ella para lograr ventajas competitivas.

Eso es lo que hizo precisamente Qualcomm al recurrir a "precios predatorios". Entre mediados de 2009 y mediados de 2011, el gigante estadounidense vendió determinadas cantidades de chips para 3G a precios inferiores a los costes de producción a Huawei y ZTE, dos clientes chinos de importancia estratégica. Una maniobra que puso en marcha en un momento en que Icera se estaba convirtiendo en un rival viable que suponía una amenaza creciente a su negocio.

La conclusión de Bruselas de que Qualcomm utilizó precios predatorios se basa en un test "coste-precio" para los tres tipos de chips afectados y un amplio abanico de elementos de prueba de orden cualitativo. El carácter focalizado de las concesiones en materia de precios que hacía Qualcomm le permitió maximizar el impacto negativo sobre el negocio de Icera y minimizar el efecto sobre los ingresos globales de la compañía. No hay ninguna prueba de que esta conducta creara ninguna eficiencia que justificara su práctica.

Por todo ello, la Comisión considera que la actuación de Qualcomm tuvo un impacto negativo importante sobre la competencia. Impidió que Icera pudiera competir en el mercado, asfixió la innovación y redujo las alternativas disponibles para los consumidores. En mayo de 2011, Icera fue adquirida por la tecnológica estadounidense Nvidia, que decidió cerrar su negocio de chips para móviles en 2015.

La multa de 242 impuesta por Bruselas equivale al 1,27% del volumen de negocios de Qualcomm en 2018. Vestager ha resaltado además de que cualquier cliente que se sienta perjudicado por la actuación del gigante estadounidense puede presentar una reclamación por daños y perjuicios y utilizar la decisión del Ejecutivo comunitario como  prueba.

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