Un mensaje de Facebook. Esa fue la mecha que prendió la simbólica protesta que Abigail Disney, sobrina nieta de Walt Disney y heredera de su imperio, ha decidido poner en marcha en contra de las prácticas laborales de la empresa que fundó el hermano de su abuelo.
"Necesitamos tu ayuda" así de franco se mostró un trabajador del Disney California Adventure, el parque de atracciones que la compañía tiene en California. La heredera del creador de Mickey Mouse no dudó en plantarse en el reciento, comprobar que lo que le decían era cierto y denunciarlo, sacando los colores a los actuales dirigentes de la empresa.
Pero, ¿quién es Abigail Disney? Esta californiana, lejos de convertirse en la típica heredera que se dedica a la vida contemplativa, siempre se ha caracterizado por labrarse su propio camino. Y es que, si algo ha dejado claro, es que no quiere ser una multimillonaria que viva de algo que no ha creado.
Tanto es así que una de las primeras decisiones que tomó al convertirse en mayor de edad y poder tomar el control de su herencia fue donar gran parte de ella. Se calcula que a lo largo de tres décadas ha dedicado más de 70 millones de dólares a distintas causas benéficas. Una cantidad que supone el 15% de los 450 millones de dólares que heredó.
La heredera de Walt Disney cuenta con títulos de Yale, Stanford y Columbia, tres de las instituciones educativas con mayor prestigio de los Estados Unidos. Disney y su esposo Pierre Hauser crearon la Fundación Daphne en 1991 para financiar programas que luchan contra la pobreza en distintos distritos Nueva York.
En 2008, Disney lanzó Peace is Loud, una organización sin fines de lucro que tiene por objeto poner en valor el trabajo de mujeres que han tenido un papel relevante poniendo en marcha procesos de paz en diferentes conflictos.
Una de sus decisiones más simbólicas fue renunciar en 2012 a su parte de las ganancias que las inversiones de la familia Disney tienen en la compañía de cosméticos Ahava. Su decisión vino provocada por su consideración de que lo que realiza la empresa es un "saqueo de los recursos naturales ocupados". Por esta razón donó las ganancias a organizaciones que trabajan para "poner fin a esta explotación ilegal".
En 2015 protagonizó una de sus últimas acciones en Corea del Sur. Disney cruzó a la zona desmilitarizada entre las dos Coreas para pedir el fin de la Guerra del conflicto entre ambos bandos. Esta acción dio voz a las mujeres coreanas compartieron sus experiencias para poner fin al conflicto.
La pesadilla del CEO de Disney
La denuncia de las condiciones de los trabajadores en el parque temático de Disney en california no ha sido la primera vez que la heredera del imperio ha criticado a la empresa fundada por sus antepasados. El pasado mes de abril no dudó en criticar a través de Twitter la compensación que Bob Iger, CEO de Disney recibió por su trabajo.
El pasado año, Iger recibió una compensación de 66 millones de dólares. Una remuneración que en 2019 llegó hasta los 35 millones. Ante esta situación Disney denunció que los CEOs generalmente "ganan demasiado". En su opinión "no hay nadie que merezca una remuneración que sea 500 veces el salario medio de los trabajadores".
Ahora, Disney se ha cogido la bandera para mejorar las condiciones de los trabajadores más desfavorecidos de la empresa de Mickey Mouse. Una polémica que, seguramente, no será la única en la que la heredera del imperio Disney decida sacar los colores a los dirigentes de la empresa que creó el hermano de su abuelo.