Sánchez sigue en sus trece. Si se proclama presidente, impulsará restricciones a los vehículos más contaminantes en las ciudades de más de 50.000 habitantes, que tendrán que delimitar zonas de bajas emisiones. En concreto, serían 145 ciudades españolas.
Una medida que el Gobierno ya incluyó en el borrador del Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC) que envió a Bruselas, en el que recogía que "es importante insistir que para el éxito de esta medida se precisa la plena colaboración de las administraciones autonómicas y locales". Durante su discurso este lunes, Pedro Sánchez ha sido más claro y no ha hablado de colaboración, sino que ha reseñado que va a existir "máxima exigencia a todas las administraciones".
En este sentido, el candidato socialista a presidente del Gobierno ha recalcado que "nadie va a parar Madrid Central". "No puede haber pasos atrás, sería una irresponsabilidad absoluta", ha insistido, al tiempo que ha alertado sobre las sanciones europeas a las que se expone España.
De los bonos verdes a la transición justa
En el camino para "adaptar y mitigar" el cambio climático, la intención del PSOE es impulsar la emisión de bonos verdes y, en el marco de la economía circular, prohibir los plásticos de un solo uso.
Asimismo, de la mano de la industria, Sánchez pretende dar forma a un plan estratégico de apoyo al sector de la automoción, para adaptar las fábricas españolas a las demandas de los vehículos sin emisiones; según los cálculos del Gobierno, en España habrá 5 millones de vehículos eléctricos circulando en 2030. Por otro lado, el Gobierno tratará de impulsar la rehabilitación energética de 100.000 viviendas al año.
Esto, ha explicado el candidato a la presidencia, teniendo presente la Estrategia de Transición Justa, también presentada ya por el ministerio que preside Teresa Ribera, con la intención de paliar los daños en las zonas y sectores más afectados.